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12. Mi bonito actor

—Hyunjin—

—Con vistas así cualquiera viene a trabajar con gusto y hasta gratis— dijo Hyunjin con una sonrisa de lado, admirando de lejos a los estilistas acomodando la ropa de Jeongin, la cual consistía en una falda corta de color negro y una camisa casi traslúcida.

Hoy tocaba grabar una escena subida de tono y eso tenía a Hyunjin más feliz que una perdiz.

—Qué suerte tienes por poder trabajar con Yang Jeongin, Hwang— le contestó Felix mientras le terminaba el maquillaje.

Hyunjin lo sabía, si es que quiso su papel para poder trabajar con Jeongin.


—¡Hwang, ya vamos a comenzar!— gritó Jungkook con su altavoz.

Hyunjin se levantó al instante y mientras se acercaba al set del despacho, se fijó en la mirada que le dedicaba Jeongin, quien estaba sentado encima del escritorio con las piernas cruzadas revelando aún más sus estilizadas piernas que lo hacían delirar.

Aunque él sabía que se veía muy bien con el pantalón de vestir, la camisa blanca remangada hasta los codos y la corbata que le daba el toque especial. Y su cabello rubio peinado hacia atrás lo hacía lucir aún más caliente.

—Hola, Hyunjin— lo saludó Jeongin con voz coqueta, mirándolo unos segundos de arriba a abajo—. Espero que hagamos un buen trabajo hoy también.

—Trabajando contigo siempre hacemos todo bien— le contestó Hyunjin guiñándole el ojo.

—Venga que comenzamos, Yang recuerda luego abrir las piernas para que Hwang pueda meterse entre ellas— fue indicando Jungkook con voz neutral mientras revisaba los planos de las cámaras.

Hyunjin sonrió de lado al notar cómo las mejillas de Jeongin se encendían mientras se acomodaba la falda, al menos era plisada.

Sin ver ninguno la sonrisa divertida que tenía Jungkook en su cara, ya que tonto no era.

—3, 2, 1... ¡acción!

*:・゚✧

—Le he repetido mil veces que no sé nada sobre las drogas que vendió el estúpido de mi ex el sábado pasado— dijo tosco el pelinegro mientras sostenía la mirada analítica del rubio—. Hace semanas que rompimos.

El alto lo sujetó de la barbilla acercando sus rostros de manera peligrosa, creando una fuerte tensión entre ambos. El menor lo miró con la ceja alzada, intentando mantener su faceta seria.

—Cariño, conmigo no hace falta que mientas— fue diciendo con voz ronca mientras veía cómo el menor cedía y sus piernas pasaban de estar cruzadas a abrirse para él—. Si me dices la verdad y colaboras, no te ocurrirá nada.

—¿De verdad?— preguntó con cierto nerviosismo—. Sé cómo trabajáis, y es por eso que no quería tener nada relacionado con él— admitió con cierto temor Jimin, a pesar de la posición en la que estaban—. ¿Cómo sé que me dices la verdad y no me harás daño?

El rubio elevó su rostro con sus dedos en la barbilla, conectando sus miradas.

—Hermoso, lo último que te haría sería daño— le respondió con una sonrisa el alto—. Por ser tú, recibirías una gratificante recompensa.

El pelinegro se mordió el labio inferior para evitar gemir al sentir cómo la otra mano envolvía su cintura y lo pegaba al cuerpo fuerte delante suya. No entendía cómo, pero esas últimas palabras habían hecho desaparecer sus ápice de duda y su cuerpo empezaba a calentarse.

Película sin cámaras ~ HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora