Capítulo 4

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"Te esperaré..."

Aún era temprano. Ni siquiera prestó atención al momento en que despertó y no pudo volver a cerrar sus ojos.

Se levantaba de su cama, pensaba un poco y luego volvía a acostarse, y así pasó mucho tiempo.

Su extraña opresión en el pecho aún no se iba; no se iba desde el día anterior. Por un momento quiso no tomarle importancia, pero por alguna razón eso siempre regresaba a su mente.  Plagg había intentado hacer que este volviera a dormir pero dejó de insistir en la tercera vez que este dijera algo como "No tengo sueño".

Ese domingo habían peleado con un akumatizado, algo que duró un poco de tiempo, aunque no tanto como el del día anterior.

Aunque no fue fácil lograron derrotarlo y encontrar el objeto donde estaba el akuma.

–¡Ganamos!–chocaron los puños y luego salieron corriendo lejos de las personas, pues sólo tenían cinco minutos para destransformarse.

Por alguna razón, Ladybug notó extraño a Chat Noir, quizá mucho más que las peleas pasadas, y fue algo que le inquietó.

–¿Todo bien con lo que me contaste aquella vez?–preguntó Ladybug, haciendo que el chico que estaba apunto de irse se detuviera.

–Estoy en eso.–respondió intentando mostrar una sonrisa.

–Me alegro.–sonrió.

Se despidieron y Chat Noir se fue lejos, pues no tenía mucho tiempo para destransformarse. Por un momento pensó: quería verla, en serio que sí, pero él no sabía si era lo mejor.

Saltó por los tejados y miró de lejos la casa de Marinette, quizá decidiendo si debía ir o no.

"Tienes diecisiete años, vive la vida" Recordó las palabras de Plagg unas horas antes, cuando le vio tan perdido en sus pensamientos.
"¿Cómo puedo vivir mi vida si ni siquiera sé si tengo vida propia?"

Por un momento se volvió a sentir mal y se retiró del lugar pero luego su vista se enfocó en el parque, donde la azabache iba corriendo agitadamente. No pudo evitar que una sonrisa se formara en su rostro, y bajó para acercarse a ella.

–¡Marinette!–gritó llamando la atención de esta.

–¿Chat Noir?–Se detuvo y le miró devolviendole la sonrisa.

–A ti quería verte.–dijo sin antes meditar en lo que había dicho.

–¿Verme?–se preguntó.

¡Lo estaba arruinando! Para empezar no debía de decir eso, y tampoco era la forma en que quería hacerlo... O eso pensaba.

–¡Sí! Bueno, es que había un akumatizado y quería saber si estabas bien.–sonrió nervioso.

–Lo estoy, gracias por preocuparte.–agradeció con una sonrisa.

–En fin... En realidad no era por eso... ¡Bueno, sí lo era pero no!–tartamudeó mientras intentaba que Marinette no se fuera y le viera extraño.

–¿Necesitabas algo?–preguntó confundida.

–¡Sí, te necesito!–gritó y luego rió avergonzado por haberlo hecho–Bueno, es que es complicado.

–Dime.–Y volvió a sonreír.

Y de repente miró atentamente a Marinette; su sonrisa en serio era muy linda y... ¡No, eso no era!

–¿Chat?–preguntó acercándose un poco a él.

–¡Sí!–gritó e hizo que Marinette se sobresaltará ante aquello– Bueno, es que hay un problema: Tengo mi Kwami; imagino que sabes qué es porque Ladybug una vez te dio un Miraculous; bueno, él últimamente se ha sentido que no puede dormir en su pequeña parte de almohada, y necesita algo más cómodo para hacerlo pero en mi forma civil no puedo pedir algo así porque preguntarían por qué y ¡Sería un desastre! Entonces pensé que como tú eres una buena diseñadora y eres mi amiga, puedes ayudarme.–dijo rápidamente y un poco nervioso.

SI DECIDES QUEDARTE ( Marichat )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora