Capítulo 2

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"Ya no tiene caso..."

Le miró sin decir nada pero esperando que tal vez ella dijera algo más.

–¿Qué sucedió contigo esa noche?–preguntó ella.

Chat desvío su mirada y comenzó a pensar. Se sentía muy cómodo como para poder decirle a ella lo que le sucedía, ¿pero eso era correcto? Sabía que Marinette era alguien en quien podía confiar pero también tenía miedo.

–Tal vez eso ponga en riego mi identidad.–dijo soltando una leve risa.

Marinette también rió levemente y suspiró para luego verle otra vez.

–No si omites ciertas cosas-se acercó un poco a más a él y habló un poco más bajo–. Quiero escucharte como tú lo has hecho conmigo.

El sonrió y comenzó a pensar.
¿Qué le había pasado? Pues su padre le había casi obligado a ser la nueva pareja de Lila, algo que ayudaría a la imagen de la empresa, y como siempre pasa, no pudo contradecirle o negarse, y aunque quiso intentarlo fue en vano. Y así era su vida, en su forma civil actuaba como un chico perfecto, alguien que tenía que estar a la altura de los estándares sociales sin cometer ni un error. Luego, había empezado a pensar que debía de olvidar a Ladybug, quien amaba a alguien más; y en fin, su vida no era tan fácil.

–También siento estar en una película. ¿Sabes? En mi forma forma civil tengo que actuar como el chico perfecto, siguiendo órdenes y no siendo quien realmente soy.

Marinette escuchó atentamente las palabras de Chat Noir mientras este seguía intentando encontrar las palabras correctas.

–No puedo negarme a hacer las cosas que me ordenen. Pero, cuando soy Chat Noir soy quien realmente soy. Me siento libre, y es algo que nadie entiende, y en realidad me frustra saber que en mi forma civil no puedo ser igual.

Marinette pensó. No sabía que él se sentía de esa manera, y por un momento se sintió culpable.

–También amo a una chica, y he intentado todo para que ella sienta lo mismo, pero ella ama a alguien más y últimamente he pensado en dejarla ir.

Estaba segura que se refería a Ladybug y no pudo evitar sentir una sensación extraña. Debía sentirse feliz, ¿no? Sin embargo eso le hacía sentir triste a su amigo y ella no debía sentirse feliz por ello.

–Quisiera olvidarme de ella, pero es tan difícil. Demasiado. Tampoco quiero utilizar a alguien para hacerlo; un día cometí ese error sin darme cuenta y me arrepiento. Ahora estoy en un lío en el cual no pude hacer nada y tengo que fingir que eso me agrada.

Hubo silencio por unos segundos mientras Chat Noir sentía una tristeza muy notoria en él pero tampoco quería preocupar a Marinette.

–Pero no es importante...–dijo sonriendo a lo que Marinette no hizo lo mismo.

–Claro que lo es–hizo una pausa–. Tú eres importante, Chat Noir.

Eso le hizo sentir muy feliz. Una emoción no muy fácil de explicar, y como en otras veces, sintió que Marinette le entendía.

Después de eso ninguno dijo nada, sólo miraron hacia al frente, donde había algunos árboles y las personas caminaban de una parte a otra.
Estaba atardeciendo y estaban acompañados uno del otro, y eso era algo bueno. Aunque ninguno siguió hablando y hubo silencio, aquello no era incómodo, más bien era agradable, como si cada uno se animara con la simple compañía mientras en sus mentes se deseaban lo mejor para el otro.

Después de eso Chat Noir ofreció llevar a Marinette a su casa, que aunque quedaba a no muy lejos de ahí, ella accedió. Ninguno pensó en que ella podía caminar y llegar rápido pero quizá ambos deseaban esa cercanía donde él la tomaba en sus brazos y la llevaba hasta su balcón, sintiendo el leve viento soplar por sus rostros.

SI DECIDES QUEDARTE ( Marichat )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora