No me dejes || Dipper Pines X Tú

°31°

Pov: 1ra persona: ____

Era un día soleado, me levanté con todas las ganas de vivir, me vestí, fui al baño, y bajé a desayunar, encontrando a los Pines sentados en la mesa.

– ¡Buenos días! – besé en la mejilla a Dipper, el me sonrió.

– Hoy brillas, ____ – mencionó Stanley.

– Siempre brillo, es parte de mi encanto – miraron a Mabel.

– Yo no le enseñé eso – la castaña tomó un sorbo de jugo.

– Saben, como Pacífica difundió el rumor de Bill, tenía pensado en hablar con ella, así arreglar nuestros asuntos... Ya saben – le dí una mordida a mi pan.

– ¿Estás segura? – menciona Dipper – tal vez ni siquiera te dejen pasar, y no tienes nada de que hablar con ella – yo me encogí de hombros.

– Ya lo decidí, lindo, necesito hablar con ella – el castaño suspiró.

– Está bien, de todas formas, están tus poderes, te puedes defender – yo asentí con una sonrisa.

Luego de desayunar, me preparé para ir a la mansión, caminé al bosque, dónde ví la luz amarilla, reconocí al instante quien era.

– Bill, no te molestes en intentar ocultarte – el triángulo se asomo – todo tu ser brilla... Literalmente.

Comencé a caminar nuevamente, el venía a mi lado.

– Te he visto bastante bien – yo lo miré mientras avanzaba.

– No has disimulado nada al vigilarme, ni siquiera deberías estar aquí, "Triangulito" – el me observó

– Lo siento por querer protegerte – yo bufeé.

– Ya hablamos de esto, tú solo querías protegerte a tí, así que lárgate, o llamaré al que te está cazando – puso una cara de ofendido.

– ¡No lo harías! – yo sonreí.

– Hablé con el, ya destruiste una realidad, me dió su contacto, ¿Quieres arriesgarte? – giré hacia él, pero ya no estaba – lo suponía...

Caminé unos minutos más, cuando llegué a la mansión, toqué el timbre.

– «¿Buenas?, ¿Que se le ofrece?» – yo me acerqué al buzón de voz.

– Vengo a ver a Pacífica Northwest, por un asunto de "rumores" – la cámara de la entrada apuntó hacia mí, yo saludé con la mano.

– Le pido que se retire, usted tiene prohibido entrar a este lugar – yo bufeé.

– Duerme con el ojo abierto, ¡Tenga un buen día! – dí una sonrisa y caminé lejos – si no me reciben por las buenas, tendrán que recibirme por las malas – alcé mi mano, creé un portal, visualizando el pasillo de su mansión.

Al crear este, pasé adelante, llegando al destino, de forma silenciosa, busqué la habitación de la rubia, hasta que ví una puerta donde estaba su nombre con brillos, yo toqué esta suavemente, escuché un "pase", yo suspiré y entré, ella estaba con su celular.

– ¡Hola Pacífica! – ella dió un grito y retrocedió, yo cerré la puerta – ¡Espera!, No grites – levanté mis dos manos en señal de paz.

– ¡¿Quién te dejó entrar?! – yo me encogí de hombros.

– Nadie me dejó entrar – me acerqué y me senté en la cama, ella no se movía.

– ¿Que es lo que quieres? – yo la miré.

– Solo quiero que sepas al 100% sobre el tema de mí con Bill Cipher – ella puso una cara confundida.

– ¿Por qué te creería? – hice una mueca.

– Trato de enmendarme, y quiero intentarlo contigo... – hice una pausa – Dipper y Mabel me hablaron de tí.

– ¿De que cosas... Específicamente? – preguntó.

– Cosas buenas, cosas malas... Casi mejoraste como persona, pero algo cambió – la miré – ¿la influencia de tus padres te afectó o algo así? – ella guardó silencio, lo que afirmó mi teoría.

– Eso no te incumbe – desvío la mirada.

– Es un comportamiento que daña a las personas, por lo que sí, hace que trates mal a las personas, y eso me incumbe...  – ella me miró y luego sonrió.

– Tal vez... Estaba un poco a la defensiva – yo alcé una ceja.

– ¿Solo un poco? – reí.

– ¡Hey!, Tampoco es que tú me trataras tan bien, digo... ¿Tú poema cuando fui a invitarlos a la fiesta?, ¿En serio? –

– Admite que fue original, y después pagué con el karma del ponche – me levanté a pasear por el cuarto.

– Yo pagué el tema del ponche con tu empuje – la miré.

– ¿Te hiciste daño con eso? – ella se encogió de hombros.

– Fue más el susto que el golpe... – yo me acerqué.

– Y luego Bill apareció – la rubia me observó – Sobre lo que dijiste en el diario, y en la televisión... Todo era cierto – ella me miró con sorpresa – yo practiqué mis poderes con el, lloré junto a el... también fuí engañada y usada, lamentablemente – bajé la mirada con vergüenza.

– Cómo mis padres – ella se acercó a mí – Yo sabía el pasado de ellos, pero aún así los seguí hasta ahora.

– No creo que se compare, ellos son tus padres, Pacífica – hice una mueca de tristeza.

– Sí, pero hicieron cosas malas al fin y al cabo... – ambas quedamos en silencio – aclarando eso, ¿Que harás ahora? – yo la miré.

– No lo sé, no creí llegar tan lejos – ella rió levemente.

– No es como si de la nada nos volvamos mejoras amigas o algo así – yo negué con la cabeza.

– Tranquila, pero por algo se empieza – me acerqué a ella, elevé mi mano – ¿Paz? – ella asintió y la estrechó con la mía.

– Paz...

Nota de la autora: Al fin Pacífica y la Rayis llegaron a un acuerdo, crecen tan rápido ╥⁠﹏⁠╥