Cuando me dijiste que eras lo contrario a no llorar, creo que te envidié

13 0 0
                                    

No sé en qué punto comencé a entrenar con tanta ira y decepción.
No sé en qué punto dejé de medir mis golpes, tampoco sé en qué punto comencé a ignorar el dolor físico.

Sentarse en la arena a mirar el mar en completa soledad con el sol ocultandose post haberse fundido el cuerpo...es como si entrenara mis pensamientos. Aunque al final siempre termino cansado en una profunda decepción tras analizarlos.

¿Soy importante? Puedo pasar mucho tiempo en silencio y nadie vendrá a buscarme. Puedo desaparecer de un lugar que frecuento y nadie lo notará.

¿Soy malo? ¿soy reemplazable? ¿soy débil? Ya casi 6 años, no lo sé, de acontecimientos horribles, pierdo oportunidades, pierdo gente, me pierdo a mí mismo.

Lo peor es nisiquiera recuerdo lo que es estar bien, no puedo morir. Aceptaré todo el dolor, justamente hoy me pegó un dolor inmenso...pero por favor ya no más.

¿Soy horrible? Tal vez mi lugar está detrás de un escudo blindado pateando puertas y cubriendo a los que me siguen. Aunque me encantaría pensar algo como "Dios, que suerte que no me morí porque podré seguir viendo su cara"

Ya no importa lo que ocurra conmigo.

No quiero tener mas miedo.

La remodelación que estaban haciendo a mi casa terminó, como resultado tengo una nueva habitación increíble y hoy la estoy estrenando, pero quizá mis padres esperaban emoción de mi parte ¿por qué no puedo sentir emoción nisiquiera por ellos? Lo siento.

No me siento bien. Mi cabeza está como si tuviese muchos espirales dentro. No me gusta dormir, pero hoy he dormido bastante porque cuando duermo no siento nada.

Quizá hasta me aleje de mis amigos, no tengo ganas de hablar con nadie...seguramente ni lo notarán. Creo que lo único que puedo hacer es seguir avanzando en lo que tengo que hacer, pero duele como el infierno.

No me siento feliz, no siento emoción, todos los días son malos, no puedo desahogarme porque aunque quiera llorar, simplemente mis lágrimas no caen, mi tristeza es tan sólo un silencio con un fuerte dolor de cabeza que a veces me desespera el ritmo cardíaco y agita mi respiración.

Aún así, sigo avanzando, no entiendo por qué. ¿Cuándo acabará esto?.

A nadie le importa.

Ayuda.

Esa es la palabra que se vino a mi mente, pero conociéndome nada que no sea ella funcionará.
Y creo que ya he perdido, sólo me queda vivir sin más.

No sé que más agregar no sé como describir este dolor, seguramente se describe mejor con ausencia de palabras.

Que horror.

De niño le temía mucho a la oscuridad y actualmente mi luz casi nunca está encendida.

Hoy corriendo, mucha gente me ve por alguna razón, quizá es porque ya es habitual que me vean pasar por allí a diario. Hasta unos trabajadores en unas casas me animan a que corra más rápido y por alguna razón les doy el gusto de verme correr más rápido y pues...corro bastante rápido.

También hay tipos idiotas que se ríen o a veces hasta se cruzan a propósito para cortarme el ritmo, no tienen idea de como me gustaría golpearlos, pero recuerdo que ya hace rato pasé los 18 y seguramente al final sería un problema mayor.

Todo esto no me genera nada, este vacío me está matando, pero trataré de al menos poder ayudar a otros aunque esté muriendo para que no lleguen a sentirse como yo.

Creo que es lo único que puedo hacer si me siento vacío.

Te haré feliz, pase lo que pase, siempre, siempre, siempre. Lo siento.

Ojalá más que ver tu cara pudiera besarte.

Batallas InternasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora