Dicen que las mejores cosas suceden cuando menos lo esperas, que todos encontrarán a la persona indicada para pasar la eternidad en algún momento, que debemos disfrutar, y valorar de los pequeños momentos y que lo que sucede en las Vegas, se queda e...
Nadie, ni siquiera yo era capaz de comprender las ganas que sentía de tomarla y ponerla dentro de una caja de cristal tan única e inalcanzable como ella misma, en un lugar donde nadie fuera capaz de tocarla y herirla; nadie, ni siquiera yo.
Era complicado comprender por lo mucho que pasan las personas detrás de una cámara, aún más cuando en ti solo prevalece la idea de que esa persona está por encima de los demás, que nada malo podría ocurrirle porque el simple hecho de ser quien es lo hace imposible, pero no, es complicado comprender que aquellos a quienes más felices vemos son quienes más heridos se encuentran.
• 03 de abril 2022 •
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La noche había pasado demaciado tranquila pese a la cantidad de cosas que habían ocurrido en pocas horas. Soo me había demostrado una parte de sus vida que nunca habría pensado conocer, que quizás incluso nunca había pensado que ella pudiera vivir. Tan equivocado estaba.
Había deseado tanto poder tirarme y comenzar a recoger cada parte de ella que yacían en el suelo, hasta el más mínimo pedazo. Unirlos de vuelta y quedarme a un lado sosteniéndolo, asegurarme que nunca más volvieran a caer, pero era imposible. Lo único que había hecho era estar ahí, escucharla y cuidar de las lágrimas que caían por su rostro.
Nunca había deseado tanto el mal para alguien, no hasta ese momento en que me vi escuchándola hablar sobre él que por tanto tiempo creí le había causado la felicidad que yo deseé brindarle.
Y sabía que había más, detrás de recuerdos borrosos y lágrimas nostálgicas. Sabía que detrás de su voz ahogada y sus ganas de ser sostenida, había más; un alma quebrada que luchaba por sanar, y que yo lucharía por cuidar.
Su padre y hermano habían llegado no mucho después de que me terminara de contar aquello, se había limpiado las lágrimas y había seguido como si nada. Me había dolido tanto darme cuenta que sus días se basaban en eso, en disimular lo que sentía para no preocupar a los demás.
Pero al igual que ella tuve que dejar de lado aquellas emociones que me comenzaban a abrumar para poder prestar atención al momento.
Había pasado un rato más en aquella Suit acompañada de los tres Lee presentes, había conocido a Daehyung, quien era una versión pequeña de Soo: tan tímido como cuando la conocí, pero lleno de energía como ahora. Y es que había llegado al lugar como un pequeño ratoncito miedoso mirando a todas partes hasta que se topo con nosotros y su rostro enrojeció, había mirado a su padre como si suplicar ser salvado y este entre risas lo había hecho acercarse.
- Te lo dije, está enamorado de ustedes. -fueron las palabras de Soo que hicieron a su hermano quejarse totalmente avergonzado.
Habíamos tenido un rato para conversar de cosas random hasta que nos tomamos un tiempo para escuchar el lanzamiento de la canción de Soo que, personalmente, me había encantado. Aunque había causado en mi una extraña sensación luego de haber descubierto un poco más de la historia detrás de ella. Una parte de mi celo demaciado a Taehyung, una vez más, aunque está vez por haber permanecido en contacto con ella y saber cosas que ahora a mí me causaban tanto ruido.
