Sueño de nunca acabar

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—¡Alex!

Alguien a lo lejos me llamaba, pero por alguna razón no podía mover mi cuerpo ni responder.

—¡Alex, por favor responder! Esto no vas a poder creerlo.

Otra vez intentando despertarme haciendo mi mayor esfuerzo hasta que sentí un golpe de agua en mi rostro.

—¡Por Dios!

Di un salto, y me topé con sus ojos.

Selene estaba frente mío, sin poder creerlo. Miré en rededor y recordé la tele, las sábanas y lo incómodo de dormir con zapatillas.

—¿Se Selene?

—¡Soy yo, Alex! No dejé de mirarte, solo dormiste y llegué hasta acá esperando el amanecer.

—No puede ser. ¿Estoy soñando? — me toqué la cara.

—No, no estás soñando— puso su mano sobre mi hombro.

—Traje comida— dijo Clara apareciendo detrás de Selene.

—Me acuesto de nuevo y quizás vuelva a despertarme...

—¡No! Esto es real, Alex. Solo falta que lo creas— dijo Sele encogiéndose de hombros.

—Me cuesta—confesé— es que... siempre quise que esto pasara, pero, hoy parece ser diferente y también tengo miedo.

—Entiendo—contesta Sele mientras que Lara silenciosamente se va de la habitación dejando el jugo y las tostadas sobre el escritorio.

—¿Es normal sentirse así?

—Si. Te volviste muy inseguro y eso está bien, no te culpes. A veces la situación en donde estamos nos vuelve más fuerte o más...

—Débiles— finalicé la frase.

—Exacto—dijo pensativa— pero hay solución, créeme que las hay.

—Y vos... ¿Encontraste tus soluciones? — dije entrecerrando los ojos.

Sele movió su cabeza dejando salir un suspiro.

—Por ahora no... pero... tengo que ayudar a mi amigo y eso me hace bien.

—Tu amigo está muy perdido, y no quiero que te pierdas conmigo.

—No va a pasar, yo sigo con mi vida normal y aburrida mientras que la tuya es... mas... sorprendente. — dijo después de encontrar la palabra correcta.

—Mas que sorprendente diría que es muy estresante.

—¿Seguís con miedo?

Y sin dejarme responder se acercó hacia mí y me rodeó en sus brazos. No estaba tan seguro de decir que si, hasta que me encontré justo ahí, en su abrazo.

—¿Todavía? —preguntó sin soltarme.

—Definitivamente no.

Ambos sonreímos sin decir nada. Mis pensamientos y mis intenciones en robarle uno o dos besos se desvanecieron cuando Clara volvió a aparecer con más comida. Selene se puso en pie y noté su reto hacia ella, luego volvió a mirarme.

—¿Me voy otra vez? —preguntó Clara, dejando el pan tostado junto con el jugo en la mesa.

—No, ya terminamos de hablar. — respondí algo nervioso.

—Ya nos vamos—aclaró Sele— Alex, tengo algo que mostrarte.

Accedí al misterio de ella. Nos despedimos de su amiga con el saludo más apurado del planeta, yo seguía su ritmo. Selene estaba ansiosa y nerviosa, cada vez que nuestras miradas se cruzaban intentaba descifrar que es lo que realmente le pasaba. En medio del camino intenté sacar tema de conversación, pero no había chance.

Sin retornoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora