Capítulo 34

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Habían pasado casi 2 semanas desde que James había regresado a casa, el tiempo voló mucho más de prisa de lo que el niño pudo notar porque luego de regresar pasaron algunos días con la familia Stark. Estar con Morgan siempre lo ponía de mejor humor, la niña era una copia de su padre pero mucho más dulce que él.

No sospechó nada, sólo sintió muy feo que él estuviera todo ese tiempo disfrutando con su amiga en una cabaña adentrada en las montañas sin pensar en nada más mientras Harriet debía quedarse aislada en el complejo, pero no era su culpa, su mente infantil amaba recorrer el lago que pronto se congelaría, asar malvaviscos en una enorme fogata y disfrutar de juegos familiares y televisión al lado de una hermosa y caliente chimenea. Steve tenía claro eso y pasó la mayor parte del día preocupándose de que James no pensara en otra cosa que no fuera en estar ahí. Claramente nadie fue capaz, en ningún momento, de mencionarle al pequeño Rogers que Harriet había dejado atrás el complejo el mismo día que el salió a esas espectaculares vacaciones juntos a los Stark. Steve había sido muy enfático en que no se lo comentarían hasta que estuviera hecho y nadie se lo refutó, pues todos sabían que tener un James molesto no era para nada una buena idea.

Cuando llegaron al complejo luego del largo viaje eran cerca de las 6 de la tarde, el rubio dejó su mochila de campamento en la sala e iba a correr hasta el complejo para encontrarse con Natasha pero fue detenido por su padre con un sólo movimiento de su brazo.

-No tan rápido James, ¿Dónde crees que vas?.- Preguntó con ese tono de voz que James le escuchó toda la semana. Era esa voz en la que esconde algo pero no sabes realmente si es malo o bueno.

-Quiero ver a Natasha.

-No creo que sea buena idea, trae tus cosas y...

-¡Pero papá, no la vi en toda la semana!

-Y podrás verla después, ahora ve a dejar tus cosas a tu habitación, date un baño y luego iremos a cenar con los demás.

Lanzando un gran bufido de decepción tomó su mochila de mala gana con gran facilidad y entró a la habitación. Cerró con un portazo y Steve esperó que el agua de la ducha comenzara a caer para avisarle a Yelena y Bucky que podían entrar. Ambos se miraron y luego asintieron en complicidad para dejarse hablar uno primero. Yelena supuso que lo que Bucky debía hablar era mucho más urgente incluso aunque quisiera mucho hablar ella primero.

-¿La encontramos?.- Preguntó Steve con seriedad e incluso un poco de frialdad. Lo que a Bucky no le agrado para nada. Sentía que era una pregunta cargada de monotonía, era la voz que Steve usaba en todas las misiones.

-No, hemos seguido su rastro cómo locos.- Le estiró una copia del mapa para demostrar todos los puntos en los que habían buscado. Eran una buena cantidad.

-Pierden su tiempo, esto quiere decir que ya está más lejos de lo que podamos imaginar.

-¿Cómo estás tan seguro?.

Steve decidió dejar de hablar por un segundo y observar a Bucky. Estaba tal cuál lo había visto hace un par de días: desesperado. Se sentía horrible y la peor persona del mundo por tener que hablar tan fríamente pero si él no lo hacía nadie lo haría. Alguien debía tener este papel.

-Créeme, si Wanda quería desaparecer no hay forma de que la encuentres.- Soltó devolviendo el papel que hace tan solo un minuto su amigo le había dado sin mirarlo mucho más.- Sólo debemos preocuparnos de que no intente ir por Harriet.

-¿Y si algo le pasó?...puede estar en problemas y nosotros estamos aquí sin hacer nada...

-Te aseguro qué eso no fue lo que pasó.

-¿¡Por qué hablas cómo si no te importara!?. - Sin resistir mucho más la ira Bucky golpeó el mesón de la cocina con sus puños. Steve permaneció inmutable, se cruzó de brazos y suspiró. ¿Qué más podía decir o hacer? Él también se sentía atrapado.- Es Wanda de quién hablamos, no una puta misión más.

¿Clon O Hijo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora