Capitulo 24

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Charlotte seguía llamando constantemente, pero no me dejaban responder.

Prácticamente vivía en casa de los Cullen todo el tiempo así que finalmente, Edward me convenció de traerme algunas cosas para su cuarto.

Le pedí que me dejara ir sola, y salí en medio de la noche.
Para cuando llegué a la casa, las luces estaban prendidas y olía diferente... Mi cerebro trajo de vuelta el aroma de algún lugar, era Charlotte.

¿Debía hablar con ella? ¿Qué debería decirle?

Abrí la puerta sin hacer ruido y me situé en una esquina oscura. Se veía cansada, triste y decepcionada.

Encontré una nota pegada en la pared donde estaba.

"Dejé lentes de contacto en el baño, confiamos en ti."

Alice

Subí hasta el baño y me coloqué un par. Se veía un poco opaco...y borroso.
No quería asustar a Charlotte así que volví a salir y toqué el timbre.

Oí sus pasos hasta abrir la puerta y de pronto su corazón comenzó a latir más rápido...y mi garganta a arder.

—¿Venus? ¿Eres tú?

Se acercó para abrazarme pero retrocedí.

—¿Qué sucedió? ¡Han pasado dos meses!

—¿Puedo pasar? —mi voz aún sonaba como la de alguna cantante.

Ella me dejó pasar y ambas no sentamos en el sofá.

Oí como una rama del árbol que estaba afuera se quebraba , seguido de un:

—Carajo —de Emmett

—Creí que confiaban en mi —susurré tan bajo que Charlotte no me pudo haber escuchado.

—¿Dónde has estado?

—Con Edward

—¿Te mudaste con él?

Asentí.

—¿Y no te deja responder el teléfono? —exigió

—Charlotte, no te respondí porque...—¿porque soy un monstruo que podría matarte? No es una historia nueva— No quería ponerte en riesgo.

—¿Qué sucedió?

—No puedo decirtelo, y me temo que ya no nos podremos ver más.

La abracé, y se le enchinó la piel.

—Gracias por todo, Charlotte. Y lo siento tanto.

Estar tan cerca de su piel me provocaba sed, cuando sentí que el veneno se esparcía por mi boca me levanté de golpe.

—¿Qué puedo hacer para que te quedes?

—No hay nada que puedas hacer

Pero tal vez...si yo lograba controlarme, como los Cullen podría estar cerca de ella.

—Quizá algún día...cuando no sea peligroso que yo esté cerca de ti...

Luego recordé que esos "Vulturi" vendrían por nosotros. Y que no había un "algún día".

—¿Qué le pasó a tu piel? —preguntó mirando mi mano.

—No puedo decirtelo. Tengo que irme.

Me encaminé hasta la puerta y le dí una última vista.
Pude ver como una lágrima rodaba por su mejilla.

—Lo lamento —alcancé a decir y salí de ahí.

Me adentré en el bosque hasta quedar en un pequeño claro y me senté ahí.
Edward llegó un par de minutos después y me abrazó.

—Cuanto lo siento

Asentí. No podía llorar pero esto era lo más cercano.

Ya amanecía cuando comencé a recuperarme un poco.

—Vamos —dijo

Llegamos a su casa, Carlisle y Esme estaban empacando y el auto de Edward estaba estacionado afuera.

—¿Qué sucede?

—Convencimos a Carlisle de pedir ayuda a algunas personas. Él y Esme irán a Egipto a ver a unos viejos amigos. Tu y yo iremos a Denali, allá pediremos ayuda.

Nos adentramos en la casa.

—Regresaremos el miércoles —dijo Carlisle.

Ni siquiera sabía que día era. Voltee a mirar el calendario.

Lunes 30 de septiembre.

Carlisle pasó a nuestro lado y después Esme dejando una caricia en mi mejilla.

Saturno, Marte, Venus y Edward (Edward Cullen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora