Saturno, Marte, Venus y Edward (Edward Cullen)

Capitulo 15

Se estacionó en un lugar apartado.

—¿Qué sucede?

—Venus... necesito decirte algo.

—Adelante

—No encuentro las palabras exactas para decirlo
... Estoy enamorado de ti.

Exhaló con fuerza.

—Esas palabras no son suficientes para expresar lo que siento por ti.

Hubo un silencio.

—Bueno, es bastante obvio que yo siento lo mismo por ti.

—¿De verdad?

—¿Crees que todos los días me cambio de escuela a mitad del último semestre solo porque un chico encantador me lo pidió?

Se quedó congelado.

—Un momento, ven conmigo.

Nos metimos rápido a su casa hasta llegar a donde estaban algunos de su familia, unos chicos altos y morenos e Isabella agarrada de uno de ellos.

—Te diré lo que sucede en un momento, ve a disfrutar la fiesta un rato —me susurró Edward.

Fuí a saludar a algunos compañeros, Mike, Ángela y Jessica.

—Que hermoso vestido —dijo Ángela.

—Gracias, igual el tuyo

—¿Dónde está Edward? —preguntó Jessica

—Platicando con Alice, vendrá en un momento.

Estaba tomando un poco de refresco que había en la mesa.

—¿Está disfrutando de la fiesta? —preguntó Edward detrás de mi.

—A decir verdad preferiría un vino en este momento.

Él sonrió.

—Ven conmigo

Subimos a su cuarto y me senté en su sofá.

—¿Qué sucede?

—Riley Biers

—¿Qué pasa con él?

—Es uno de los nuestros.

—¿Qué? ¿Cómo?

—No tengo la más mínima idea, pero vienen por Isabella.

—¿Por qué?

—No estamos seguros.

—¿Y qué harán?

—Vamos a entrenar y acabaremos con ellos.

Después de eso me fue a dejar a mi casa y al día siguiente no apareció hasta la tarde.

—¿Sabes? Tenemos algo pendiente.

—¿Ah si?

—Bien, cómo decirlo. Dada la confesión de ayer espero podamos tener una...

—¿Relación?

Asintió.

—Si, estaría bien.

—¿Entonces es algo oficial?

—Si, claro.

—Y olvidé decirte que tenía otro regalo de graduación para ti.

—¿Olvidaste? ¿Eso es posible?

—No, pero tenía otras cosas en mente.

—Entiendo

—Ven

Me tomó de la mano y me llevó hasta mi garage.
Encendió la luz y había algo tapado con una sábana.
Él la retiró de un rápido movimiento.

Ahí descansaba una motocicleta, era grande, de lineas elegantes y plateadas.

—Ir en moto es algo que realmente amas y sé que disfrutas, así que pensé que podría ir contigo...si tu quieres.

—Seria genial, aunque no te imagino subiendote a una moto.

Él sonrió.

—No creo que sea tan divertido para ti como lo es para mi.

—Bueno, me divertiré siempre y cuando vayamos juntos.

—De acuerdo.

Se acercó y me dió un beso.

—Aunque tendré que darte esto —dijo y trajo una pequeña maleta que parecía llevar un tiempo ahí.

La abrió y dentro había un casco rojo brillante y una chamarra de cuero.

—No esperarás que use eso.

—Claro que si

—He estado viajando en moto por seis años, sin casco y he estado bien.

Tomó mi brazo y señaló algunas cicatrices.

—Bien, tu ganas.

Se puso serio.

—Voy a estar lejos el próximo fin de semana. No podré verte hasta el lunes... aunque eso me ponga ansioso.

—De acuerdo... iré a Seattle a comprar algunas piezas y otras cosas supongo.

—Bien, pero sé cuidadosa.

Me acosté a dormir pero mi sueño no fue para nada agradable. Riley y Edward estaban peleando y finalmente Edward lo mató.

Me desperté de un brinco y Edward estaba a mi lado.

—¿Te desperté? —murmuró él.

—No —respondí— Tuve un mal sueño.

—¿Quieres contarmelo? Tu pulso esta muy acelerado.

—Solo fue una pesadilla, pero...

—¿Qué?

—¿Es posible que pueda hablar con Riley?

—No, sería muy arriesgado.

Lo consideré un momento.

—Se que es parte de tu caso, pero ¿Por qué te importa tanto?

Suspiré.

—Riley es mi ex novio.