Saturno, Marte, Venus y Edward (Edward Cullen)

Capitulo 33

—No estoy segura de poder hacer esto, me despedí de ella, Edward. La dejé sola -susurré.

Tomó mi cara entre sus manos y quedé atrapada en sus ojos una vez más. Edward era alguna extraña clase de droga de la que me era imposible alejarme y que seguramente usaría por el resto de mi existencia.

—Ella quiere verte también -dijo sacándome de mis pensamientos- Hazlo, confío en tí.

Me dió un beso en la frente y tocó el timbre.
Escuché como bajaba al segundo piso y luego al primero.

Su primera impresión al abrir la puerta fue mirarme de arriba a abajo, hice lo mismo para ver mi ropa. Solo traía unos jeans, playera y tenis. Siempre usaba eso, ¿Por qué me miraba así?

—Hola -saludé

—¿Venus? -preguntó como si de una desconocida se tratara- Creí que...

—¿Tienes un momento?

Miró mal a Edward, pero igual nos dejó pasar.
Ambos nos sentamos en el sofá tomados de la mano.

—Traje esto para ti -dije y le extendí la invitación.

Su piel rozó con la mía así que tomo rápido la invitación y retiró la mano.

—No miraré esto sin que antes me digas que sucedió contigo.

—No puedo decirtelo, ¿Recuerdas?

—¡¿De nuevo con eso?! ¡Cuando te uniste a la academia me lo contaste! ¡¿Y esto no?!

—¿Eso importa? Estoy aquí, ¿No?

O al menos por ahora.

Miró la invitación y suspiró pesadamente.

—¿Te casas?

Asentí.

—Apenas tienes diecinueve -susurró- Y esto es en dos días. ¿Cuál es la prisa?

—Bueno, Charlotte -dijo Edward en un tono muy formal- Venus y yo vivimos juntos, así que, ¿Cuál sería la diferencia entre casarnos ahora o después?

—¿Y quieres que yo vaya? -me preguntó

Hice ademán de tomar su mano, pero luego me arrepentí.

—Eres prácticamente como mi madre Charlotte, claro que me gustaría que estuvieras en uno de los momentos más importantes de mi vida.

Ella lo pensó un momento.

—De acuerdo, si es importante para ti...

—Gracias

—Aunque estoy un poco molesta de que hayas tardado tanto en decirme.

—¿Tardado? Pero si apenas fue hace un par de días.

—La última vez que te ví creí que ustedes...

Negué con la cabeza.

—Es algo reciente

—¿Invitarás a tu madre?

—¿Ha preguntado por mi?

Ella negó con la cabeza.

—Entonces no

—Entiendo

Edward se paró de pronto con bastante calma en el rostro.

—Tengo que checar el motor del carro, estaba haciendo un ruido extraño.

Quiere hablar contigo a solas —pensó

Asentí ligeramente y él salió.
Examiné ligeramente el rostro de Charlotte.

—¿Crees que estoy cometiendo un error? —dije más como una afirmación que como una pregunta.

—No estás cometiendo un error, Venus. Da la impresión que tampoco estás segura de esto.

Sonreí ligeramente.

—Extrañamente si lo estoy, Charlotte.

Ella me miró extrañada.

—Bueno, claro hubiera preferido que esperarás un par de años más...solo quiero saber una cosa.

Esperé.

—¿Eres feliz?

No era una pregunta que esperaba.

¿Lo era? Es decir, tenía al chico de mis sueños como mi prometido; ahora no envejeceria jamás y me veía mejor que cualquier modelo. Aunque pese a todas esas ventajas había dos contras: ya no podía estar muy cerca de Charlotte, y la segunda, podríamos yerminar todos muertos en un mes.

—No lo sé —respondí

—¿Él te hace feliz?

—Si

—¿Piensas que podrías querer a algún otro?

—La verdad es que no. Siento que él es todo lo que puedo ver.