Día 19, prohibido

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Regla número 1: Jamás te relaciones con demonios.

Regla número 2: Nunca caigas en las manipulaciones de los demonios.

Regla número 3: Jamás confíes en un demonio.

Eran tres reglas básicas, simples, incluso repetitivas, realmente todo se podía resumir en una única regla: ten cuidado con los demonios.

Viktor había crecido con esas reglas interiorizadas, las había memorizado y repetido hasta la saciedad a lo largo de los años y ahora, tras cumplir la mayoría de edad, debía respetarlas más que nunca.

—¿Estás nervioso? —preguntó Ivanov a su lado, él lo miró y asintió.

—Vamos a ir al mundo humano por primera vez a trabajar, por supuesto que estoy nervioso... —respondió haciendo que su mejor amigo se riera.

—No es para tanto, has estudiado mucho para este día —dijo palmeando su espalda y Viktor asintió.

—Lo sé, pero no sé, supongo que es normal estarlo.

Su amigo asintió, no iba a reconocerlo pero también se sentía un poco así, era su primera vez conociendo el mundo humano donde no solo podían encontrar a humanos que deberían ayudar a ir por el buen camino, sino también a demonios que intentarían hacer todo lo contrario.

Una campana sonó y ambos amigos se miraron antes de comenzar a correr, no querían llegar tarde a la gran puerta. Cuando llegaron otros ángeles de su edad ya estaban allí, buscaron con la mirada a uno en concreto y se acercaron a él con una sonrisa.

—Hombre, pensé que no veníais —dijo Greco sin siquiera saludar.

—Por supuesto que íbamos a venir, no podíamos faltar el primer día en el mundo humano —contestó Ivanov con una sonrisa.

Un ángel mayor apareció volando, con aire solemne comenzó a explicar un poco cuál era la misión y cuánto tiempo tendrían para estar en el mundo humano, cuantas más buenas acciones consiguieran a lo largo de los años mejor título podrían conseguir dentro de la sociedad de ángeles, todo era bastante sencillo en opinión de Volkov, quería irse ya.

—Al ser vuestra primera vez solo tendréis una hora, por favor no perdáis jamás las llaves de la puerta ya que después de esta semana podréis bajar en el horario que prefiráis, y no olvidéis dos cosas, la primera las reglas, la segunda, jamás enseñéis vuestras alas.

Viktor comenzaba a ponerse nervioso, sabía todo eso de memoria, solo quería que lo dejaran pasar de una vez. Después del gran discurso el ángel mayor se hizo a un lado, dejando que los jóvenes pudieran por fin salir usando su llave.

Había sido difícil pero Volkov había escogido que su llave fuera una cadena de oro con un insecto que había estudiado, se llamaba mariposa y le parecía bastante bonito, por ello le había llamado la atención.

Cuando llegó al mundo humano cambió su aspecto, todo había sido practicado con anterioridad para que este día fuera perfecto, llevaba años estudiando a la espera de cumplir los 20 años y poder sentir la libertad.

Miró a su alrededor, estaba en un callejón, decidió salir rápidamente de allí ya que por un lado se encontraba la puerta al cielo y en el otro la puerta del infierno y no quería encontrarse con ningún demonio, esperaría a sus amigos fuera.

Caminó mirando todo a su alrededor, era muy diferente a su hogar donde todo tenía un color celestial, siendo todo celeste, blanco y un poco dorado, le fascinaba la cantidad de color que podía haber en un sitio como aquel que no dejaba de ser un simple callejón.

Halloween with you ~VolkacioHorrorMonth~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora