Día 23, pintura/maquillaje

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Volkov se consideraba una persona detallista, le gustaba fijarse en cada pequeña cosa sobre todo cuando se trataba Horacio. Desde el momento en el que ese chico había entrado en la comisaría se había dado cuenta de que era su destinado y aunque habían decidido tomarlo con calma debido a la inexperiencia de Volkov, siempre le dedicaba especial atención a él.

Horacio era un omega bastante femenino, se había dado cuenta de que en ocasiones llegaba con ropa que podrían ser consideradas de mujer pero no había podido hablar al respecto ya que rápidamente se cambiaba por el uniforme y era difícil hablar con él fuera del trabajo, tal vez por su culpa ya que estaba obsesionado con el mismo.

Había decidido pedir el día libre e invitar al omega a una cita, se lo había comentado antes de que saliera de servicio y pudo ver en sus ojos la ilusión al proponérselo, por supuesto aceptó.

Así que ahí estaba, mirando que podía ponerse en su armario que la verdad, no estaba para nada preparado para este tipo de ocasiones. Terminó por llamar a Greco el cual le asesoró un poco que era correcto para este tipo de situaciones.

Aparcó el lujoso coche y esperó pacientemente a Horacio, había llegado con antelación así que era normal que tardara un poquito más en bajar. El plan era simple, irían al cine y luego a comer, algo común en parejas y una muy buena opción para primeras citas según le había comentado Greco.

Cuando su pareja destinada bajó sintió que se quedaba sin aliento, estaba perfectamente vestido, con cada cosa combinando correctamente y su cresta peinada de forma impecable, además de con un nuevo color.

—Hola... —saludó un tanto nervioso, Volkov pudo saberlo por la forma en la que olían sus feromonas.

—Hola, estás..., estás genial. —Alagó haciendo que el omega sonriera.

—Gracias, tú también estás guapísimo.

Ambos se quedaron unos segundos sin saber muy bien que hacer, el alfa estaba repasando la lista mental de lo que Greco le había dicho que debía hacer hasta dar con algo. Cuando lo hizo carraspeó y se hizo a un lado, abriendo la puerta del copiloto en la que estaba apoyado para que Horacio pudiera entrar.

—Gracias... —susurró.

Cerró la puerta y fue hasta la zona del conductor, comenzando a conducir tras ponerse el cinturón.

—¿Y a dónde vamos a ir? —preguntó curiosos Horacio, Volkov disfrutó del olor a cerezas tan refrescante que llenaba su coche, mezclado con su vodka, ambos estaban felices.

—Había pensando en ir a ver una película y luego a comer algo —dijo parando el vehículo en el semáforo en rojo.

—Me encanta la idea. —Aprovechando que estaban parados el ruso miró al omega, dándose cuenta de un detalle un poco sutil.

Sus ojos estaban delineados con un pequeño delineado que no había notado antes por los nervios, sus labios brillaban y se podía notar un poco las sombras de ojos, el colorete y el iluminador que llevaba.

—¿Te has maquillado? —En su voz solo se notaba curiosidad.

De repente el omega se puso completamente tenso y el aroma que antes era refrescante comenzó a volverse un poco agrio, haciendo que su alfa se pusiera alerta, no quería que se sintiera mal y tampoco entendía si había dicho algo para que se pusiera así.

Horacio se frotó las manos y bajó la mirada, como si no quisiera verlo después de aquella pregunta, dejando más preocupado a Volkov que no entendía nada.

—Sí..., lo siento..., yo... —Comenzó a explicar, más bien a balbucear.

—Horacio, no pasa nada —respondió el alfa poniendo la mano en su rodilla, intentando darle tranquilidad de esa forma.

Cuando su destinado lo miró sintió que se le rompía el alma, Horacio se mordía el labio y se podía notar que estaba aguantando las lágrimas, rápidamente el ruso puso las manos en sus mejillas y limpió con cuidado las lágrimas para no dejar que cayeran y estropearan su maquillaje.

—Estás precioso, no llores o se estropeará —dijo con una voz dulce y tierna.

—¿No te molesta que me maquille? —preguntó confundido Horacio y Volkov negó con la cabeza.

—Eres perfecto y te ves hermoso con o sin maquillaje, si a ti te gusta para mí está bien.

Horacio sonrió de esa forma que hacía temblar el corazón de su alfa y asintió, Volkov quería preguntar qué era lo que había pasado para que pensara que él no estaría de acuerdo con eso pero el ruido de un claxon los sobresaltó, alguien estaba maldiciendo en el coche de detrás ya que se había puesto en verde y no se movía.

Ambos rieron y siguieron con su viaje hasta el cine, Horacio no podía dejar de sonreír, por fin encontraba a alguien que lo quería tal y como era, con su maquillaje incluido.


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Quinto relato, este es el más corto de los que he subido hoy, creo que hay algunos más así y queda uno que es bastante largo que es el siguiente.

En fin, nos vemos en el siguiente día ✨(っ◔︣◡◔᷅)っc(◕︣◡◕᷅c)✨

Halloween with you ~VolkacioHorrorMonth~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora