Nada más llegar ambas ven a Stella.
—Athena...
—Stella. ¿Te sientes bien?
—Sí, sí. Solo. Me alegro mucho de veros. A ambas.
—Gracias Stella —dice Farah.Stella se aleja y Athena nota algo raro en ella.
—Está rara...
—¿Tendrá que ver con el saber que eres la madre de Bloom?
—No lo sé...
—¡Athena! —dice Ben abrazándola —Pensé que no vendríais.
—Por los viejos tiempos —dice Athena.
—¿Queréis una birra? —ofrece Saul.
—No me gusta la cerveza —dice Farah.
—¿Hay vino? —pregunta Athena.
—Es una fiesta de adolescentes... —ríe Saul —Agradece que hay algo más que ponche.
—Tienes razón —ríe Athena.
—Señorita Wilson —dice Flora.
—Flora. ¿Todo bien?
—Sí es solo que... No creo que este sea el mejor momento pero. Me gustaría que pudiera... cuando tenga tiempo. Hablar con Musa... Ya sabe Que ha perdido su magia y...
—Tranquila, lo haré.
—Gracias.
—Disfruta de la fiesta, querida —Flora le dedica una sonrisa y se marcha.—¿Bailas? —dice uno de los especialistas graduados a Athena. Esta le dedica una sonrisa y se dispone a tomar su mano, pero antes de que pueda hacerlo siente un pequeño calambre, como si algo le diera corriente.
—Creo que... mejor luego. Tengo que hacer algo. Disfruta la fiesta. —Tras recibir una sonrisa por parte de Athena, el especialista se va.Athena mira a Farah alzando las cejas, sabiendo que fue ella la causa del pequeño calambre. La risa por parte de Ben se lo confirmó.
—¿Qué? —pregunta Farah bebiendo un un trago de su vaso.
—Muy graciosa.
—No tengo ni idea de a qué te refieres...
—Tal para cual —ríe Ben.Los cuatro tratan de pasarlo lo mejor posible, charlando y riendo, aunque sin perder las formas.
Cuando considera que ha sido suficiente y el cansancio comienza a golpearla, Athena decide hacer una pausa e irse a buscar a Musa.—Musa... —dice encontrándola sentada junto a una de las ventanas. —¿Te sientes bien?
—Bueno... No quiero dejar Alfea y...
—¿Por qué dejarías Alfea?
—No tengo poderes... No los hecho de menos pero... Conozco las normas.
—Olvídate de eso. Farah no querrá que te vayas y yo tampoco. Con o sin poderes, eres tan parte de Alfea como los demás.
—¿Habla en serio?
—Claro que sí, Musa. Pero tengo... una pregunta. ¿No quieres recuperar tu poder?
—No... Al principio quise pero... Es que... No me siento bien con él. Leer a todos en todo momento es...
—Agotador... Lo sé... Y... ¿qué tienes pensado?
—No se lo he dicho a mis amigas pero... He entrenado con Riven... Me gustaría ser especialista. Hacer algo que de verdad importe.
—¿En serio? —pregunta Athena asombrada.
—¿No me pega? —ríe Musa.
—No, no es eso es que... No me lo esperaba. Creí que todas queríais ser hadas poderosas... Pero si no es eso lo que quieres... Vamos.
—¿A dónde?
—No sólo soy un hada poderosa. Voy a darte tu primera clase de verdad.
—¿Es en serio? —pregunta Musa emocionada.
—¿Has bebido?
—No tomó alcohol, al menos no frecuentemente.
—Pues vamos.Athena y Musa se dirigen al gimnasio exterior.
—Primero, debes escoger qué arma te viene bien. A Silva le gustan los arcos... A mí me gustan pero... yo soy más clásica... —dice Athena sacando una espada que musa nunca había visto. —Es de cuando combatía... Aunque dejé de hacerlo porque mi madre... Bueno... prefería que me centrara en otras cosas. ¿Cuál es tu arma?
—Lanza.
—Bien.Athena comienza a enseñar a Musa nociones básicas y queda sorprendida ya que esta no lo hace nada mal.
—Sé que no aprecias tu poder. Pero podría venirte muy bien si es ser especialista lo que quieres.
—¿A qué te refieres?
—Controlas la mente. Y aún no lo sabes pero cuando controlas la mente no solo lees a los demás. También controlas su percepción. Y en combate es muy importante. Podrías hacer que tuvieran alucinaciones, que se desorientaran... Incluso que olvidaran qué hacen y por qué.
—Nadie... Me lo había dicho.
—Son lecciones avanzadas pero... puedo enseñarte...Ambas hadas se dirigen al círculo de piedra. Athena hace que Musa se coloque frente a ella.
—Voy a canalizar mi poder para devolverte el tuyo. Pero debes estar abierta a la Magia. Si te arrepientes, podemos quitarte la Magia de nuevo. Nada es irreversible.
—Está bien.Athena crea una llama de un profundo color morado y la dirige a Musa. Esta cierra los ojos y extiende las manos para absorber el poder.
—Puedo sentirlo —dice Musa.
—Claro que puedes. Eres poderosa.Athena detiene el intercambio cuando considera que es suficiente y los ojos de Musa se iluminan.
—Mírame —dice Athena. En ese momento Musa comienza a sentirse algo desorientada. Por lo que Athena detiene el hechizo. —¿Lo ves?
—Vale... creo que puedo...
—Inténtalo conmigo.
—Vale vale... —Musa mira fijamente a Athena mientras sus ojos se iluminan. Athena actúa como si fuera un rival sin Magia. Y no tarda en comenzar a sentirse mareada.—¡Lo has hecho!
—¿En serio?
—Claro que sí. Eres más poderosa de lo que crees. Podrías llegar a leer los pensamientos de tu objetivo, espiar sus debilidades... pero tiempo al tiempo.Athena coloca sus manos sobre la mesa del círculo de piedra bajo la atenta mirada de Musa.
—¿Qué está haciendo?
—Recupero mi magia. He estado débil estos meses porque mi magia no estaba conmigo.
—¿Por proteger a la directora Dowling?
—Sí...Antes de que Athena pudiera terminar de recargarse, Bloom llega corriendo a donde se encontraban ella y Musa.
—Tenemos problemas —dice.
—Bloom. ¿Qué sucede? —pregunta Athena deteniéndose.
—La reina Luna... Ven.Athena y Musa se miran sin entender nada y siguen rápidamente a Bloom hasta Alfea. En la escuela, Farah la espera en el recibidor junto a Ben y Saul.
—Musa, ve con tus compañeros y disfruta de la fiesta. Seguiremos mañana.
—Claro. Gracias señorita Wilson.
—No hay de qué.Athena dedica una última sonrisa a Musa y esta se marcha.
—¿Qué pasa? —pregunta Athena a Bloom y Saul saca un pequeño proyector mágico que dejar ver a la reina Luna.Anuncia que Rosalind ha sido asesinada. Y que se perseguirá al culpable. Farah enseña un mensaje a Athena en el que Luna le alerta que mañana convocará un juicio.
—¿Mañana? —pregunta Athena.
—Te dije que era traicionera —dice Bloom.
—Bueno. He matado a mi madre, aceptaré mi condena.
—¡¿Qué?! —exclaman Bloom y Farah a la vez.
—Athena no puedes rendirte así —dice Farah. —No has hecho nada malo. Ha sido en defensa propia.
—Calcinar a mi madre en defensa propia... suena creíble...
—Athena... —se queja Ben.
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OUR FATE (Farah Dowling)
RomanceLa hija de un ángel caído y una de las hadas más poderosas que existió imparte clase en Alfea. Athena Wilson. El hada más poderosa que haya existido. Domina cualquier poder, cualquier elemento. Pero su punto débil la delata, el amor. ¿Arriesgará to...