Al día siguiente Akira despertó con una sonrisa gigante en el rostro, su corazón saltaba de felicidad dentro de su pecho y su cuerpo tenía unas irremediables ganas de bailar; obviamente había sentido la felicidad antes en su vida, pero la que sentía ahora era diferente, no tenía nada que ver con hacer sentir bien a sus padres o a otras personas, simplemente era ella disfrutando de la atención y amor de Chishiya, llegaba a sentirse un poco egoísta por eso, pero al mismo tiempo adicta a la sensación.
Se levantó de la cama de un salto, buscando con la mirada la presencia de cierto rubio, pero por desgracia no encontró a nadie en la habitación más que a ella misma y su incontrolable emoción. Sin embargo eso no fue motivo para bajar los ánimos, al contrario, salió corriendo directo hacia la puerta en busca de aquel que era como morfina para su dolor. Pero apenas abrió la puerta su cara chocó de lleno con Kuina, que por casualidad estaba a punto de entrar a la habitación.
- ¡Kuina! Perdón, como lo siento. iba muy apurada - se disculpó Akira con una pequeña reverencia.
- No te preocupes, no es nada - respondió la morena quitándole importancia, sin embargo la mirada alegre de Akira llamó su atención - ¿Buscas a Chishiya?.
- ¡Si! iba justo a buscarlo - contestó Akira esbozando una grande y brillante sonrisa.
- No te molestes, acaba de entrar en una de sus aburridisimas reuniones - explicó Kuina encogiéndose de hombros.
- Oh...¿sabes cuánto puede durar allí dentro? - pregunto Akira con la mirada un poco caída. Kuina palmeo su hombro suavemente.
- A veces duran 30 minutos y a veces duran 3 horas allí dentro, así que no te podía decir con exactitud; ¿pero sabes qué significa eso? - Akira negó con la cabeza - ¡Tenemos que relajarnos! En este mundo la muerte está más cerca de nosotros que nunca, así que en días como estos, hay que disfrutar cada maldito segundo que pase. - exclamó Kuina con emoción, mientras sacaba de su bolsillo un cigarro y lo ponía entre sus labios.
- ¿Como...un día de chicas? - preguntó Akira confundida, ella conocía el concepto gracias a las películas que solía ver cuando estaba aburrida en casa, sin embargo nunca lo había conocido de primera mano puesto que su madre era algo recelosa con las amigas que la peliazul hacía en la escuela y le negaba cualquier invitación a pasar un buen rato por pequeña e inofensiva que fuera.
Ahora que lo pensaba mejor, Akira nunca tuvo una "amiga" muy cercana.
- Exactamente - dijo Kuina guiñandole un ojo a la peliazul antes de jalarla del brazo hacia dentro de la habitación - y empezaremos por re teñirte el cabello.
Antes de que pudiera protestar o siquiera emitir una opinión, Kuina ya la había arrastrado hasta el baño donde con un peine empezó a desenredar con cuidado los enredados nudos en el cabello grisáceo de Akira. Ambas empezaron a contarse anécdotas sobre el mundo real, hablando sin parar de cual BL Japonés era mejor, o si las películas de zombies coreanas eran las mejores del mercado, o cual sabor de Pocky era mejor; por dios, incluso hablaron de lo asqueroso que resultaba el olor a queso rancio que emanaba del cabello del sombrerero, lo cual era un hecho del que todos estaban conscientes pero nadie se atrevía a mencionarlo en lo absoluto. Akira disfruto en absoluto toda la sensación de "normalidad" de la situación, eran tan solo dos amigas contándose historias y riendo sin parar mientras se arreglaban, vamos, super normal; pero aun así la peliazul sentía un libertad de ser ella misma que no había sentido nunca antes, dijo todo lo que quiso decir sin miedo a que Kuina la regañara, se entristeciera o se enojara; si una verdadera amiga se sentia asi Akira no quería perderla nunca.
ESTÁS LEYENDO
PRINCESS- Shuntarō Chishiya
FanfictionP| 𝗗𝗢𝗡𝗗𝗘 𝗟𝗔 𝗔𝗠𝗔𝗕𝗜𝗟𝗜𝗗𝗔𝗗 𝗗𝗘 𝗔𝗞𝗜𝗥𝗔 𝗘𝗦 𝗗𝗘𝗠𝗔𝗦𝗜𝗔𝗗𝗢 𝗣𝗔𝗥𝗔 𝗖𝗛𝗜𝗦𝗛𝗜𝗬𝗔 INICIO: 6 de Febrero de 2021 FIN: 18 de Marzo de 2023 No copias ni adaptaciones o estan seran inmediatamente denunciadas