xvi. The plan of stolen poker

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Un suspiro salió de sus labios fruncidos, y sus ojos azulados viajaron por cada esquina del pasillo, ella no debía estar en ese lugar, pero una casualidad y la oportunidad de ser extremadamente cercana a Chishiya la llevaron allí: Con la cabeza re...

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Un suspiro salió de sus labios fruncidos, y sus ojos azulados viajaron por cada esquina del pasillo, ella no debía estar en ese lugar, pero una casualidad y la oportunidad de ser extremadamente cercana a Chishiya la llevaron allí: Con la cabeza recostada en la lujosa madera de una lujosa sala reuniones, con las rodillas apretadas contra el pecho.

Chishiya estaba dentro de esa sala, junto con otras personas que se jactaban de ser más importantes y más inteligentes que los demás habitantes de la playa, y por lo tanto, los únicos capaces de tomar decisiones sobre todos. Akira sin embargo no conocía la naturaleza cruel y egoísta de este sistema, solo estaba ansiosa de ver al muchacho de ojos grises, incluso con el poco tiempo que tenía de no verlo sentía que el aire y las palabras se le quedaban estancadas en el pecho ante su ausencia, como si se parara el tiempo dentro de su frágil sistema. Quizás el dulce placer del amor era su nuevo pesar, su nuevo veneno y enfermedad; Con aquella emoción ardiente que le subía por las venas como fuego al rojo vivo.

Akira se llevó las manos al pecho con ganas de gritar, estaba muy emocionada pero al mismo tiempo llena de miedo, su cuerpo se debatía entre reír o temblar, y el amenazante hecho de que la reunión acabará y su rubio saliera en cualquier momento era algo que no ayudaba para nada su sentir. ¿Acaso le diría algo?, ¿la ignorará? ¿volvería a besarla después de lo de anoche?

Un bostezo escapó de ella, no había podido dormir nada la noche anterior, quizás porque su alegre corazón estaba demasiado emocionado como para descansar, o tal vez eran sus oscuros traumas aún ocultos dentro de ella y listo para atacar en cualquier momento, Akira sacudió su cabeza, la idea de volver a caer en el hueco profundo del que apenas se estaba asomando, le aterraba. La idea de las pastillas de Ahn apareció en su mente, lo mejor sería seguir el consejo de la mujer y empezar a consumir una por noche, y así reparar poco a poco su corazón destrozado

Los músculos de su cuerpo se volvieron más pesados y sus párpados dejaron de funcionar, pronto su respiración se hizo más pesada, y sin darse cuenta, se había quedado dormida.

¿Qué buscamos en la amabilidad? Que tras mucho dolor no sabemos encontrar.

¿Es quizás una pizca de lealtad?

o una solución a nuestras almas rotas que no somos capaces de reparar.

¿Alguna vez te has preguntado lo que hay detrás de una sonrisa?

Detrás de una felicidad inquebrantable

o de un sueño interminable.

Ojos azules

verdes

marrones

PRINCESS- Shuntarō ChishiyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora