PRINCESS- Shuntarō Chishiya

Ying

Ying

¿Cuál es el valor de la vida?

Era difícil ser un niño normal.

Salir de la escuela, jugar con amigos, comer helado en el parque, preparar galletas, mirar películas. Todas las cosas que incluía ser un niño normal, nunca le parecieron interesantes a Chishiya, en realidad, nada le parecía muy interesante, ni en esa edad ni en ninguna otra.

Su madre, nunca estaba en casa, de pequeño nunca le tuvo el suficiente cariño como para extrañarla y de grande entendió que las personas infelices buscan la felicidad en la infidelidad, como su madre. El hecho nunca le importó en realidad.

A su padre tampoco, él no tenía sueños, esperanzas o metas, como cualquier otro ser humano, o al menos no que Chishiya supiera. Pasaba todo el día en su oficina, con la mirada perdida en su brillante ordenador y rodeado de muchos libros de medicina, pasaba tanto tiempo en la máquina que empezó a convertirse en una.

Pero qué más daba, Chishiya tampoco sentía nada al respecto, su corazón se sentía totalmente vacío, como lienzo totalmente gris, donde no había espacio para el color o los sentimientos. Tampoco había ninguna meta en particular sobre su mente; de niño empezaba a preguntarse si los adultos mentían acerca de sus sueños, si realmente sentían aquella necesidad desmedida de luchar para alcanzarlos.

"¿Por qué no siento eso?"

¿Cuál era su propósito en la vida?, ¿Estudiar?, ¿Sacar buenas notas y sonreír para la cámara cuando el titular "niño prodigio" se publicará en los periódicos?, él ya era realmente bueno haciendo eso, pero qué importaba, si ni siquiera eso era suficiente para llamar la atención de sus padres. Nada era suficiente.

Cuando cumplio 16 ya había terminado toda la secundaria, empezó una carrera universitaria como Médico Cirujano, interesado por buscar el valor de la vida en la muerte. Tal vez así podría entender la razón por la que estaba vivo, el objetivo final de todo su inutil viaje. Pero al igual que todos sus antiguos intentos fue totalmente inutil, sus estudios lo llenaron de conocimiento, pero mientras mas sabia mas entendía sobre la crueldad y la injusticia en el mundo. Incluso el mismo formó parte de ese gran y asqueroso círculo de poder, ¿pero qué más podía hacer?, no estaba interesado en ser un luchador.

Además, el dinero le venía bien.

Al final del día, se sentaba en el balcón de su elegante apartamento, observaba el ocaso, y se preguntaba así mismo "¿Cuál es el valor de la vida?", ¿acaso lo era el dinero?, ¿la fama?, ¿el conocimiento?, ¿ Por que aun cuando las tuvo todas no sintió nada más que indiferencia?. Si ninguna de esas cosas daba felicidad, ¿por qué seguir existiendo en un mundo tan cruel?, lleno de egoísmo, arrogancia y corrupción, ¿acaso todos estaban destinados a acabar como él?. Miro por el borde del balcón, hacia la carretera llena de carros moviéndose a toda velocidad por el pavimento, tal cual como la vida misma, todos conduciendo rápidamente, sin detenerse, ya que el que bajara la velocidad sería estampado por todos los demás.

"¿Acaso yo baje la velocidad?" murmuró Chishiya, apartando su vista de la carretera y llevándola a sus manos. "Si no hay valor en la vida...qué caso tiene seguir viviendola".

Como todos los días, cerró sus corazón, tomó su abrigo y caminó sin rumbo por la ciudad, buscando un qué o un porque, que parecía más lejano conforme los días pasaban. Sin embargo, ese día encontraría, el valor de su vida.

...

- Amelie