LUCÍA
Subimos las escaleras riéndonos de algo que dice Carlos, vienen todos por detrás porque nos vamos a acostar, no es ni muy pronto ni muy tarde, una hora perfecta para irse a dormir y tener un buen descanso.
Todavía hablamos un rato estando cada uno en puerta, como niños en una excursión del colegio que retrasan lo máximo posible la hora de irse a dormir. Cuando por fin nos damos las buenas noches y entramos en la habitación, todas las puertas se cierran a la vez.
Nos ponemos el pijama y nos lavamos los dientes, aprovecho y obligó a Pablo a que haga algo de skin care para cuidarse algo más la piel, si no fuera por mi y mi obsesión por las cremas y cuidarme la piel sé perfectamente que él viviría a base de crema de afeitar y dando gracias.
-Date algo de crema- digo cuando terminó de aplicarme el serum de noche.
-Que pesadita con las cremas-
-Luego me lo agradecerás-
-Me meto en la cama contigo y es como estar durmiendo abrazado al Primor-
Río ante sus ocurrencias.
-Pablo, es importante cuidar la piel. Es una de las partes que más expuesta está, si no la que más, a todo nuestro día a día, sol, contaminación, lluvia, cambios de hormonas...etc. Ponte solo crema aunque sea-
-No- niega rotundamente mientras trata de escapar del baño.
Agarro su brazo
-No tan rápido señorito. Solo un poquito y ya, prometo que dejo de molestar-
-¿Te callas para siempre sobre este tema?-
-Más quisieras, solo por hoy-
Suspira resignado -bien, vale, solo un poco-
Normalmente no me deja, así que aprovecho su respuesta y le pongo tres puntitos de crema que no darían ni para hidratar un garbanzo pero es que si no se queja.
Me quedo esperando a que se decida a extenderselos por la cara.
-Si vas a dar el coñazo por lo menos haz bien tu trabajo- comenta.
-Tu lo que quieres es que te haga un masaje-
-No-
-Si-
-No-
-Si-
-Calla y masajea- dice llevando mis manos a su cara.
Le obligo a levantarse antes de extenderle la crema y le llevo a la cama, hago que se tumbe boca arriba y me siento a horcajadas sobre él, entonces comienzo a masajear mientras reparto la crema por toda su cara.
Siento bajo mis manos cómo se va relajando y cuando termino mi tarea en vez de hacer como las personas normales y tumbarme encima del colchón a dormir, lo hago sobre él.
Sus brazos me rodean y siento el latido de su corazón, constante y calmado, me duermo enseguida.
CARLOS
Laura se pone el pijama mientras yo estoy en el baño y cuando vuelvo a la habitación me la encuentro en la cama con el móvil.
-Mira- me enseña algo en la pantalla.
Leo atentamente el correo y la miro cuando acabo.
-Los padres de uno de mis alumnos me han escrito un correo dándome las gracias por mantenerme en contacto con los niños a pesar de estar atrapada aquí- explica.
Asiento.
-Nunca habían hecho algo así-
Vuelvo a asentir.
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La nieve no siempre es fría
RomanceSe conocen desde siempre y han sido inseparables desde que sus vidas se cruzaron cuando entraron al colegio. Años y muchas quedadas después se reúnen para pasar el fin de semana en la casa de la montaña de uno de ellos y conocer a la bebé que acaba...