TES V Skyrim: El Sangre de Dragón - Dawnguard

Capítulo XXIV: Serana, la Hija de Puerto Gélido

31 de Segunda Semilla, año 202 de la Cuarta Era.

Corin había llegado al fuerte de la Guardia del Alba, el grupo cazavampiros de Skyrim. En su llegada se encontró con la noticia de que unos vampiros, que al final resultaron pertenecen al clan Volkihar, atacaron y masacraron a casi todos los vigilantes de Stendarr en su base, el Salón de los Vigilantes.

Luego de solicitar ingreso, Isran, el líder de la Guardia del Alba, le encomendó ir con uno de los sobrevivientes al ataque, Tolan. Este descubrió que se llevaron a uno de sus camaradas a una cripta cercana al Salón de los Vigilantes, el camarada de Tolan resultó ser una especie de investigador y al parecer tenía información sobre un artefacto vampírico.

Pero dicho artefacto resultó ser un monolito con una persona dentro. Específicamente una mujer vampiro que estaba en un estado de sueño hasta que alguien la sacara.

Sin embargo, la mayor sorpresa que Corin se llevó no fue el encontrar a la vampira, sino que esta vampira, que resultó no solo ser la hija del jefe del clan Volkihar, tenía en su posesión un Pergamino Antiguo.

La mujer vampira de nombre Serana, había estado confinada dentro de ese monolito quien sabe cuánto tiempo. En el momento en que cruzó miradas con Corin estaba primero desorientada y luego asustada, sobre todo cuando él mencionó que pertenecía al grupo de cazavampiros.

Corin quería obtener información sobre por qué tenía en su posesión un artefacto tan poderoso como un Pergamino Antiguo. Sin embargo, a cambio de la información sobre el objetivo del Clan Volkihar con el pergamino, tenía que llevarla a la guarida de su clan. Que al parecer se encuentra en una isla al oeste de la ciudad de Soledad.

Al principio, Corin pensó en simplemente acabar con esto de una vez, es decir, matarla y luego llevarse el Pergamino Antiguo al fuerte de la Guardia del Alba. Pero si lo hacía, seguramente eso provocaría la ira de los vampiros para que se ensañen con gente inocente, así como dejaron el Salón de los Vigilantes reducidos a cenizas, hasta que finalmente encuentren el pergamino.

Por otro lado, el hacerle caso a la propuesta de Serana también traía sus consecuencias. Básicamente les estaba entregando lo que vinieron a buscar, no a Serana sino el Pergamino Antiguo, al líder del Clan Volkihar. Aunque de esa manera, podría saber dónde se encuentra dicha base del clan de vampiros y con suerte averiguar para qué necesitan el pergamino.

Mientras Corin se debatía y cruzaba miradas con Serana, de pronto se empezó a inclinar más a la segunda opción. Aunque él no lo sabía, Serana estaba utilizando una de las habilidades especiales de los vampiros, la hipnosis.

Sin embargo, dicha habilidad no parecía tener efecto, así que decidió usar otra la "seducción del vampiro". Que en cierta forma es parecida a la hipnosis, así podría influenciar en la mente de Corin, pero no podía manejarlo a su antojo.

Dicha seducción había funcionado y Serana había sonreído de alivio. Ya que logró que Corin le dijera su nombre verdadero, ya que al principio le dio su alias.

Corin: Bueno entonces. Será mejor irnos de aquí.

Serana: Muy bien. Te sigo entonces.

Aunque quería seguir haciéndole preguntas a Serana, prefirió dejarlas para cuando estuvieran afuera y a salvo de cualquier cosa. Corin iba delante mientras ella lo seguía, regresando por donde había venido, pero...

Serana: ¿Qué sucede?

Corin: Pues... yo entre por aquí, pero este derrumbe no estaba.

Después de que pasaran junto a los cadáveres de los vampiros y subieran las escaleras, ambos encontraron que la habitación estaba bloqueada por un derrumbe que nadie sabe de dónde apareció.