Capítulo Veintitrés

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Después de dejar Domovoy, Kate tenía mucho tiempo libre en sus manos. Todavía no había encontrado un nuevo trabajo, pero afortunadamente, tenía casi cuarenta mil dólares ahorrados de los pagos semanales de Mikhail. Estaría bien durante unas pocas semanas, o incluso meses.

Entonces, entre enviar currículos y soportar conversaciones telefónicas sin sentido con reclutadores que ofrecían trabajos de mierda con salarios de mierda, decidió que era hora de que finalmente aprendiera a cocinar. Se dijo a sí misma que era porque cocinar era una habilidad crucial para la vida. En el fondo, sabía que era porque estaba desesperada por distraerse de Mikhail; era imposible negarlo cuando seguía usando su vieja olla de aluminio abollada en lugar del magnífico horno holandés de hierro fundido esmaltado que cierto multimillonario le había comprado.

No podía hablar con Anna o Naomi al respecto. Ella había firmado un NDA. Y aunque confiaba en que no hablarían demasiado, no se atrevía a romper la confianza que le había prometido a Mikhail. Entonces, en cambio, se dedicó de todo corazón a tratar de recrear sus comidas favoritas de la infancia.

Pero mientras miraba la porquería burbujeante que había fallado, por tercera vez, en convertir en una comida comestible, tuvo que admitir que no iba muy bien. Había visto a su hermana hacerlo cientos de veces cuando eran niños. Cazuela de pollo picante. Parecía tan fácil. Pollo enlatado, sopa de crema enlatada, algunas verduras, algunos fideos y algunas especias. Pero cada vez que Kate lo intentaba, era un desastre incomible.

Estaba tirando su tercer intento a la basura cuando su teléfono se iluminó. Ella lo miró, sintiendo que su corazón se contraía al mismo tiempo que se le encogía el estómago. Seguía esperando que fuera Mikhail. También seguía temiendo que fuera Mikhail. Si él le preguntaba de nuevo, sabía que se rendiría. Quería ceder. También quería mantener su orgullo.

Cogió el teléfono y soltó un suspiro. No era el. Era su hermana.

-¿Ángel? -ella respondió vacilante. -¿Está todo bien?

-Sí. Oye, ¿conoces a un tipo de Europa del Este llamado Michael o Miguel, no se?

Kate se congeló. -¿Miguel? ¿O Mikhail?

-Si eso es. Viste un traje caro. Parece que ni siquiera sonríe en su cumpleaños.

-Tal vez. -dijo Kate con inquietud. -¿Cómo lo conoces ?

-Vino al club, preguntó por mí específicamente, y luego todo lo que hizo fue interrogarme sobre ti toda la noche.

-¿Qué?

-Sí. Entonces, ¿estás en problemas con los Oskolki, o qué?

-El Osko... ¿el qué?

-La mafia rusa.

-No. Jesús. Es... es un ex, básicamente.

-Ahhh. -Ángel se rió. -Bueno, no le dije nada.

Kate se frotó la frente.

-Sin embargo, era jodidamente bueno dando propinas. ¿Segura que quieres dejar ir a ese hombre?

Kate suspiró. -No tuve elección.

-¿Casado?

-No. Simplemente incapaz de amar, aparentemente.

-Eh estado allí.

Siguió una pausa, y en esa pausa, Kate se dio cuenta de que era la primera vez en mucho tiempo que había tenido una conversación normal con su hermana. El impulso de seguir adelante era nuevo. Por lo general, estaba desesperada por escapar de las conversaciones con Angel.

"Preferential Treatment" (Trato Preferencial) TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora