Conquistando al dragón || RHAENYRA x ALICENT ||

Cap 10. Alianza Politica

- Entonces... A ver si he entendido bien... - a Laenor le entró la risa nerviosa. - ¿Te gustan las doncellas?

- No, a ver. Bueno. Un poco. No sé. Me gusta Alicent.

- Pero jamás lo habría imaginado, yo pens..

- Bueno no me gusta. - le corté mientras hablaba muy rápido. - Lo que quiero decir es que me gusta mucho. Que cuando me levanto pienso en ella y cuando me voy a dormir también. Que he fantaseado. Joder, he fantaseado con ella en muchos aspectos. Vamos que la quiero. - Las palabras se me aturullaban en la garganta. - Qué sé yo.

- Tranquila. Respira. Te va a dar algo. No pasa nada. A mi también me gustan los chicos. Es solo que no pensé que Alicent fuese tu tipo. - dijo Laenor relajado.

- ¿Como?

- No te ofendas, es muy diferente a ti, que haceis buena pareja pero que no lo habría imaginado nunca.

- No, no. ¿Te gustan los chicos?

- Pensé que lo sabías.

- ¡Qué voy a saber yo! - dije entre sorprendida y euforica.

- Es un secreto a voces en la corte. Corlys, mi padre, sufre por los rumores así que estaría la mar de contento el día que nuestro matrimonio se aprobó. No tiene ningun problema con quien me acueste, su problema es la descendencia primogenita.

- Teme que Marcaderiva quede en manos de nadie o en las manos equivocada. - apunté.

- Así es. Así que me gustaría que no te preocuparas. Todo lo que me has contado me parece bien. Tenemos que ser cautelosos eso sí. El pueblo debe creer que nuestro matrimonio es impecable y así podremos gobernar tranquilamente en Rocadragón y en Marcaderiva.

- Sí, me preocupaba no poder establecer una alianza contigo lo suficientemente fuerte como para poder hablar de todo.

- Quiero que tengamos confianza Rhaenyra...

- Absolutamente. ¿Hay alguien en tu corazon?

- Un caballero apuesto. Un guerrero de Bravoos. Entrena conmigo en la corte y tenemos una historia de amor muy bonita, desde hace unos meses.

- Vaya.. ¡Que envidia! - me sorprendía esta confesión repentina porque yo no había notado nada. O Laenor se escondía muy bien o yo era demasiado inocente.

- ¿Qué vas a hacer con Alicent? ¿En que punto estais? - preguntó interesado.

- Hum. Hay mucha tensión. Llevamos unos días sin hablarnos. Si me ve, me evita pero casi siempre la descubro mirandome a los ojos desde lo lejos. Cuando mi mirada se cruza con la suya la aparta. Estuvimos casi a punto de besarnos pero nos interrumpieron. Quizás me equivoque pero creo que tiene sentimientos por mi.

- ¿Y has pensado en hablar con ella?

- Si... Pero primero quería hablar contigo. Quería contar con tu aprobación sin que me cortaras la cabeza y la clavaras en una pica. - me reí.

- ¡Oh dios! Eso sería suma traición a la corona, luego pondrían mi cabello rubio en otra pica frente a la tuya. - los dos estallamos en carcajadas.

TOC. TOC. TOC.

La puerta de los aposentos fue aporreada con insistencia.

- No quisiera interrumpir nada. - dijo uno de los capas doradas desde fuera. - Pero bien me temo que el rey requiere la presencia de los principes.

- Los principes, que bien suena. - me susurró Laenor mientras yo sonreía.

- Adelante. - indiqué. El guardia abrió la puerta e hizo acto de presencia. - ¿Que desea mi padre?