¿Saben lo que es el extasis ?
Si lo buscas en Google, te dirán que es una droga capaz de alterar el estado de ánimo y la percepción de algunos escenarios, causa dependencia rápida y en su ausencia deja cuadros graves de depresión.
Se le dice extas...
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(***)
A lo largo de mi vida había desarrollado ese tipo de pánico que te abarcaba cuando todo a tu alrededor se tornaba en ruinas. Quería tomar mis cosas y salir corriendo de ese lugar, no soportaba lo que había sucedido ni mucho menos lo que estaba sucediendo ahora. Además, no podía evitar los sentimientos de culpa que rodaban sobre mi, se sentían como cuervos picoteando mi cabeza.
No había pasado mucho desde que Leandra decidió exponer su relación con Marcus pero esos 5 minutos parecían haber eclipsado la realidad, congelándola y abarcando todo el contexto.
Dejé escapar una bocanada de aire cuando finalmente me acerqué a Daniel quien acurrucaba a Valeria en sus brazos aún.
Debo admitir que verlo haciendo eso me generaba una punzada de inseguridad que trataba de reprimir con todas mis fuerzas.
—¿Nos vamos ?— susurre despacio pero lo suficientemente alto para que me escucharan ambos.
Daniel se volvió hasta mi, pero no dijo nada, de todas las miradas que me había dedicado esta, era la más difícil de descifrar, no podía entender si veía incertidumbre, enojo o impotencia.
—Dan— murmuró Valeria en medio del llanto— no te vayas, no me dejes. — suplicó y sentí mucha pena por ella.
Yo no pretendía que Daniel la dejara en ese lugar, mi pregunta era para ambos para que saliéramos de ese sitio todos juntos.
Valeria se echó a llorar de nuevo, pero esta vez más silenciosa, como cuando sabes que una vez empiezas ya no puedes parar.
Su rostro detonaba ese tipo de dolor que ya había visto en el de alguien más
Carls. pensé.
Y de repente volví a tener 8 años en la sala de mi casa con un plato de mi cereal favorito sobre la mesa mientras Carls se tambaleaba alcoholízalo.
Me aparté enseguida y no tardé mucho en entender, ella no iba a recuperarse de esto ahora, ni hoy y quizá no lo haría en un largo tiempo.
La piel se me erizo y me quedé inmóvil al recordar lo que Carls me había dicho mientras arrastraba la lengua para hablar.
—Mi pequeña.— me acariciaba la cabeza mientras sollozaba. — estaremos bien péqueña alenha.
Cuando volví en si, Valery estaba tirando de mi mano para arrastrarme hasta la habitación.
—Vamos por nuestras cosas.— habló haciéndome salir del todo del trance, la observé con cuidado. También tenía los ojos empañados pero su expresión era distinta, ella me trasmitía rabia y frustración.
Echando un pequeño vistazo podía notar que todos lo habíamos tomado de mala forma, todos nos veíamos desconcertados, a la expectativa y un poco decepcionados.
