Eleven.

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—Joven Kang TaeHyun. —Dijo YeonJun entrando al cuarto de TaeHyun—. Debido a unas pequeñas quejas que tenido usted contra el príncipe y su matrimonio, decidió cancelarlo y dejarlo en completa libertad.

—¿Qué?

—Lo que acaba de escuchar. —Dijo—. Dijo que tiene veintitrés horas para empacar todo y irse con su familia.

—Pero...

—No tiene nada de que preocuparse. De ahora en adelante no le hará falta nada a su familia y usted. Pueden irse en paz.

Entonces, TaeHyun despertó, alterado y confundido.

TaeHyun terminó de ponerse su última prenda para tomar sus muletas pegadas al borde de la cama y impulsarse para salir del cuarto

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TaeHyun terminó de ponerse su última prenda para tomar sus muletas pegadas al borde de la cama y impulsarse para salir del cuarto.

Había decidido arreglar las cosas con BeomGyu.

Después de varios días pensándolo (tres días) y después de tener ese sueño tan extraño y pesado, por fin tomó la decisión de disculparse.

No le hacía bien tener en mente que había herido los sentimientos del mayor. Por más violento, egoísta y egocéntrico que sea, no podía soportarlo, menos cuando él fue quien lo ayudó a llegar sano y salvo al castillo después de su accidente en su pie.

Al momento de cruzar la puerta, se topó con una tela larga y brillante.

Era la reina. La señora Choi, la madre de BeomGyu, su suegra. Espera, eso último no, se cancela.

—¿M-Majestad?

—Por favor, dígame Mina. —Dijo ella—. Venía a charlar contigo, ¿ibas a algún lado?

—N-No... Pase, pase. Por favor.

TaeHyun se hizo a un lado y la mujer pasó. Inhaló y exhaló aire para volver a entrar y cerrar la puerta detrás de él para ir con ella y sentarse a un lado, dejando sus muletas a un lado de él.

—¿Cómo sigues de tu pie?

—Ah... Bueno, supongo que está mejorando, aún me cuesta un poco moverlo, pero ahí va, ya casi no me molesta.

—Eso es bueno. Nuestros médicos son exelentes curando hasta lo imposible.

—Me doy cuenta.

—TaeHyun... Sé que tal vez BeomGyu no sea la persona más linda y comprensiva del mundo, pero el buen niño. —Dijo la madre—.

TaeHyun la miró y bajó el rostro. Seguramente BeomGyu le fue de chismoso.

—BeomGyu nunca convivió con nadie desde pequeño más que con el príncipe de Ansan. —Dijo la mujer—. Su cargo de príncipe era tanto que solamente podía ver a los niños jugar afuera del castillo. No fue nuestra intención alejarlo de la sociedad.

—Ser príncipe es... Pesado. Incluso cansado hasta cierto punto y es algo que es de por vida... —Dijo TaeHyun—.

—Sé que BeomGyu te eligió por algo... Y vió algo en ti que en los demás no. —Dijo—. Pasaron meses tratando de buscar a alguien para BeomGyu, pero todos eran interesados y BeomGyu fue tan inocente te cayó en todos y cada uno de esos chicos.

𝐏𝐫𝐢́𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐝𝐞 𝐃𝐚𝐞𝐠𝐮. [𝐁𝐞𝐨𝐦𝐇𝐲𝐮𝐧]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora