𝐏𝐫𝐢́𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐝𝐞 𝐃𝐚𝐞𝐠𝐮. [𝐁𝐞𝐨𝐦𝐇𝐲𝐮𝐧]

Twenty-five.

Organización.
Final pt2.

TaeHyun les había mostrado su anillo de compromiso a sus padres y hermanos cuando había acabo ese momento romántico hecho por BeomGyu.

Su familia empezó a gritar y celebrar aquel suceso. Haciendo reír a los recién prometidos.

Ahora venía lo más difícil, la organizadora de la boda.

¿Cuándo? ¿Dónde? ¿A quiénes iban a invitar? ¿Comida? ¿Bebidas? ¿Trajes? ¿Banquetes? ¿Bocadillos? ¿Música? ¿Ceremonia? Eran muchas cosas que tenían que ver.

—¡Tengo que hablar con la reina para la organización de la boda! —Dijo la madre de TaeHyun aún emocionada—. Tenemos que ver el salón, la comida, el vestuario, los invitados, los bocadillos, la ropa de los niños, las bebidas, la música.

—Mamá, mamá. —Dijo TaeHyun, tomando las manos de su madre para lo mire—. Hay tiempo para todo, no te alteres. Sé que estás emocionada, pero si te pones en ese tono, es muy difícil lidiar contigo.

—Lo lamento... Es que estoy tan feliz, hijo. —Dijo ella—. Mi hijo, mi bebé, mi niño, mi pequeño TaeHyun se va a casar... ¿En qué momento creciste tanto? —Acarició el rostro de su hijo—.

TaeHyun sonrió y la abrazó. Hacía mucho tiempo no sentía el cariño de su madre, un abrazo de ella, unas palabras tan lindas como las que dijo.

Ahora entendía que siempre es bueno recibir un poco de amor por parte de gente importante. Más de su propia familia.

—Amor, te presento a mi primo y mano derecha, Choi YeonJun. —Anunció BeomGyu—.

TaeHyun se quedó en shock. ¿El qué había amarrado desde un inicio era el primo de su ahora prometido?

—Hola Tae, ya nos conocíamos pero es un gusto poder saludarte nuevamente. —Habló YeonJun—.

—¿Por qué no me habías dicho qué era tu primo? —Dijo TaeHyun hacía BeomGyu—. Me hubiera ahorrado el ataque que hice con él cuando lo conocí.

—¿Tú fuiste quién lo dejo amarrado?

—¿Quién más? —Dijo YeonJun—.

TaeHyun le lanzó una mirada asesina.

—Bueno, bueno, el caso es que ahora serán como parientes, así que tienen que llevarse mejor. —Dijo BeomGyu—. No quiero pensar que mi primo y mi prometido se llevan mal.

—¿Tenemos de otra? —Dijeron ambos—.

—No, no hay de otra. —Dijo BeomGyu—.