𝐏𝐫𝐢́𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐝𝐞 𝐃𝐚𝐞𝐠𝐮. [𝐁𝐞𝐨𝐦𝐇𝐲𝐮𝐧]

Eighteen.

3 días después.

BeomGyu llevaba tres días buscando a TaeHyun por cada rincón del pueblo. Había estado buscando casa por casa, persona por persona, monte por monte, preguntando en donde podría estar su prometido.

Inclusive sus padres habían preguntado a otros familiares si habían visto a TaeHyun. Si había regresado a Gangdam.

Pero no tenían respuestas, mucho menos éxito buscándolo por más que fueran los lugares más frecuentes a los que TaeHyun solía ir cuando se sentía frustrado.

Y los carteles de "Se busca" tampoco servían de nada.

BeomGyu estaba más que perdido, estaba triste, enojado, desesperado, con una ansiedad que no le dejaba dormir, y como no, si el chico que robó su corazón estaba desaparecido, es como sí la Tierra se lo hubiera tragado.

Como sí no hubiera dejado rastro para ser encontrado.

Y eso ponía triste a BeomGyu porque pensaba que era su culpa el que haya huido y desparecido.

—Mamá, ¿tú crees qué haya sido él...?

BeomGyu pasaba por el cuarto de Sakura cuando escuchó la conversación de esta con su madre.

Se acercó más a la puerta semi abierta para escuchar atentamente.

—Hija, él se fue a la cárcel hace años. —Dijo su madre—. No creo que... Bueno, no creo mucho el hecho de que haya salido en libertad condicional para buscar a TaeHyun.

¿Libertad condicional? ¿TaeHyun...?

—No sé mamá, él pudo haber huido. —Dijo Sakura—. ¿Recuerdas cuándo TaeHyun estaba con ese patán?

—Lo recuerda. ¿Cuántas veces no le dijimos qué andar con un carroñero no le traería problemas? —Dijo—. El amor es ciego.

¿Carroñero?