𝐏𝐫𝐢́𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐝𝐞 𝐃𝐚𝐞𝐠𝐮. [𝐁𝐞𝐨𝐦𝐇𝐲𝐮𝐧]

Ten.

Después del beso, todo había cambiado, al parecer BeomGyu había renunciado al cuidado que le daba a TaeHyun y se lo dejo a las personas que en un inicio iban a cuidar de él.

TaeHyun estaba enojado.

Enojado porque lo dejó así nomás porque si y porque había renunciado y no directamente con él, mando un anónimo.

Le enojaba que las personas no supieran decir las cosas de frente y mucho menos cuando sé trataba de un puto beso robado que lo tomó de sorpresa.

—Es un maldito, un bastardo, un aprovechado, un mentiroso, un cobarde, gallina-

—Joven TaeHyun. —Llamó uno de ellos—. ¿De quién está hablando?

—Del esquincle baboso de su principito. —Dijo con irritación—. ¿Cómo se atreve ese maldito?

—No creo que sea apto hablar así de su promedio, joven. —Dijo la mujer—.

—Prometido mis huevos. —Contestó—.

Sorprendentemente había pasado un mes desde que TaeHyun llegó al castillo y tres semanas desde que su familia llegó con él. Digamos que ya se habían acostumbrado al mal genio de TaeHyun y por eso no le decían nada, sabían como era y como les iba a ir sí le contradecían.

Terminaron de vendar el pie de TaeHyun para darle pequeños masajes.

—Sí quiere caminar, tendrá que usar unas muletas, joven.

—¿Me está jodiendo?

—No. Es la única forma para que se mantenga de pie.

TaeHyun hizo un inconsciente puchero.

TaeHyun estaba practicando con sus muletas frente a Ni-Ki y Lia. Sus hermanos no habían salido de la sala de clases desde que iniciaron su vida ahí en el castillo y hoy era su día libre, así que podían estar donde ellos quisieran.

Y ellos querían estar con su hermano con una pierna mocha.

—¿Qué te pasó, Tyun hyung? —Dijo Ni-Ki con duda—. ¿Lastimado?

—Si Ni-Ki, hyung se lastimó. —Dijo TaeHyun—. Espero que ustedes, niños, se fijen muy bien por donde caminan.

—¡Si Tyun! —Dijeron ambos niños—.

TaeHyun sonrió levemente y les acarició el pelo a ambos:—¿No quieren ir a jugar al jardín? NingNing y I.N están ahí. Creo que pusieron un área de juegos para niños como ustedes.

—¿En serio, hyung? —Preguntó Ni-Ki con emoción en sus ojos—.

TaeHyun asintió y ambos niños se tomaron de las manos para ir corriendo hacía el jardín.

TaeHyun sonrió y suspiró para tomar sus muletas y levantarse de la silla para comenzar a caminar con estas, hasta que se topo con la persona que menos quería ver en ese momento.