Fifteen.

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TaeHyun no entendía porque tenía que estar con más del cinco personas en un mismo cuarto mientras le tomaban medidas para un traje nuevo.

¿Para qué un traje nuevo? se estarán preguntando.

Pues bueno, en el castillo de Daegu se hace una fiesta cada año en conmemoración al inicio de la descendencia Choi. Y esa fiesta era de gala, muy elegante, con más de mil invitados importantes y dignos de ser de la realeza.

Había comida deliciosa, bailes que te hacían doler los pies al día siguiente, bebidas caras y ricas, meseros por doquier, gente vestía elegante y riendo como todo hipócrita en el mundo, peinados raros, vestidos que daban calor, trajes que eran incómodos y más que nada, las horas de palabras que daban.

TaeHyun se había enterado apenas que el ruido que escuchaba cada año en el castillo era la gente bailando y celebrando dicha fecha.

Y como habían visto antes, estaba en una tortura porque había más de cinco personas en un cuarto pequeño tomando medidas y viendo que tipo de tela quedaría mejor para él.

Los polos opuestos de atraen.

BeomGyu estaba de lo más normal en otra habitación, viendo opciones de tela para su nuevo traje, viendo los zapatos, el tipo de peinado y accesorios que tendría ese día.

Obviamente tenía que estar presentable, era El príncipe de Daegu, todos conocían y amaban a BeomGyu desde que nació, supieron que sería un príncipe extraordinario en cuanto nació y así fue.

Y ese chico extraordinario, estaba enamorado, enamorado de una persona totalmente distinta a él y con una familia algo... disfuncional, pero hermosa y unida.

Y TaeHyun, TaeHyun podría ser una persona distante, malhumorada y hasta un poco cruel a veces, pero sabía que en el fondo había un dulce chico que saldría un día sin miedo a ser juzgado.

Porque BeomGyu jamás juzgará a TaeHyun por cosas que a cualquier persona le pasa. Era el hombre con el que quería casarse.

—Odio esto

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—Odio esto. —Se quejó TaeHyun apenas llegó al cuarto de su hermana y se sentó en el sofá—. ¿Qué están haciendo?

Sakura y Lia se quedaron quietas y miraron a TaeHyun extrañadas, más Sakura que parpadeó un par de veces antes de tapar el líquido de uñas.

—¿Dónde consigueron ese líquido para uñas? pensé que era difícil de conseguir. —Dijo TaeHyun—.

—La reina nos lo regaló. —Dijo Lia—. Es una reina muy linda. Es amable y parece mariposa.

TaeHyun miró a su hermanita hablar mientras soplaba sus uñas para que se sequen.

Sakura lo miró y cargó a Lia para ponerla sobre su cama y quedar frente a su hermano.

—¿Te estabas probando la ropa?

—No exactamente... Me estaban midiendo y tomando nota sobre lo que usaría y lo que no, fue una tortura... —Dijo—. Espera, ¿cómo sabes?

𝐏𝐫𝐢́𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐝𝐞 𝐃𝐚𝐞𝐠𝐮. [𝐁𝐞𝐨𝐦𝐇𝐲𝐮𝐧]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora