El líder miró su brazo y pudo notar que la marca de Takashi volvía a tener su coloración habitual. Eso significaba que el espíritu de alto rango había recobrado sus fuerzas, por lo que sería más fácil poder encontrarlo.
—¡Estas son buenas noticias!— exclamó levantándose de su asiento extendiendo sus alas.
Caminó hasta donde se encontraba el arco que dividía los planos y pasó por él con prisa. Escondió sus alas en cuanto avanzó por el bosque hasta llegar a los inicios de la ciudad. Frunció el ceño viendo lo que le rodeaba. Todo era violencia, drogas, alcohol y otras realidades aún peor. Ignoró a un par de vagabundos que se le acercaron para pedirle dinero, pero debido a la insistencia de los hombres, el líder se detuvo y tomó del cuello a uno de ellos estrellándolo contra una pared.
—Quieres dinero para comprar drogas... Lo he visto en tus pensamientos— dijo con voz plana acercándose al rostro del hombre—. Son seres repugnantes.
El vagabundo vio cómo el color negro de los ojos del chico cambiaban a un tono rojizo. Tuvo tanto miedo que comenzó a rogar por su vida y prometerle que no volvería a comprar drogas. El líder lo dejó caer cuando sintió unos golpes por la espalda. Al girarse se encontró con un muchacho que le insistía en dejar ir al pobre vagabundo.
—Es una escoria...¿Por qué lo quieres salvar?— preguntó mientras ponía su pie sobre el pecho del hombre, mientras sujetaba al chico desde su camiseta.
—Es mi padre. No es un mal hombre, sólo perdió el rumbo— decía desesperado tratando de que lo soltaran—. No lo lastimes.
El espíritu quedó gratamente sorprendido por la actitud del humano de pie frente a él. Soltó la camiseta del chico y quitó su pie del pecho del hombre que seguía rogando su perdón. El líder encontró simplemente fascinante la actitud del joven.
El chico guió a su padre hasta una sucia carpa bajo el puente donde el otro vagabundo le esperaba fuera con una pequeña fogata.
El líder vio al muchacho sentar al hombre y de su bolso sacar unas cuantas de comida. Caminó hasta situarse tras el pelinegro de ojos azules y colocó una de sus manos en su cabeza. Fueron un par de segundos, pero fue más que suficiente para el ángel para poder ver sus memorias ¿Cómo un humano podía albergar tanto amor en su corazón? El chico había sido abandonado por su padre desde que era un pequeño de 4 años, sin embargo nunca le guardó rencor. Pudo ver en sus memorias que cuando tuvo la edad suficiente para andar por las calles, buscó a su padre con una vieja fotografía en la mano hasta dar con él. Pudo sentir la tristeza del momento en que el joven descubrió al hombre en situación de calle bajo la influencia de las drogas.
—Disculpe por haberlo molestado tanto— dijo el pelinegro inclinado en el suelo frente a él—. Si desea desahogar su ira por mi padre, por favor le ruego que sea yo quien reciba su castigo.
El espíritu apretó los puños. Se disculpó por haberlos hecho sentir incómodos antes de retirarse. Volteó una vez más y sintió algo que no sentía hace muchos años. Fe en la humanidad. Takemichi, el nombre del muchacho, era simplemente uno en millones. También sintió lástima por el pelinegro, pues pudo ver que a su padre no le quedaba mucho tiempo. Se preguntó si el amor e inocencia que mantenía en su corazón se mantendría intacto el día que el hombre muriera. Con ese pensamiento siguió su camino por las peligrosas calles de la ciudad. Ya ni siquiera recordaba el motivo real de su visita al plano físico.
—Ésta si que es una gran sorpresa— dijo alguien con tono burlesco cerca de él— El Gran Espíritu ha decidido levantarse de su cómodo asiento y pisar por primera vez el mundo terrenal después de cientos de años.
El ángel detuvo su andar. Sabía de los riesgos de aparecer en el plano físico, sin embargo no esperaba encontrarse con uno tan pronto.
—¿Ni siquiera saludarás a tu hermano, Manjiro?— preguntó el hombre de tes morena posicionándose frente a él luego de pasar por su lado jugueteando con sus largos cabellos rubios.
—No estoy aquí con la intención de pelear contigo... sólo estoy en busca de uno de mis muchachos. Una vez que lo encuentre, dejaremos tu plano y regresaremos al nuestro— comentó pasando por su lado.
Las alas de negro plumaje impidieron su paso. Al parecer no podría continuar la búsqueda de Takashi en paz y tranquilidad como había pensado hacerlo en algún momento. Izana, su hermano, era un espíritu de su mismo nivel que gobernaba en el plano físico sobre los espíritus de bajo rango, mientras que él gobernaba en el plano espiritual a los de alto rango.
—¿No crees que es injusto?— preguntó concentrado en jugar con el dije del collar en su cuello—. Tú puedes ir en busca de tus "corderitos", mientras yo veo desaparecer a los míos día a día sin siquiera poder hacer algo por ellos.
Manjiro exhaló con tristeza. Su hermano se había llevado la peor parte cuando los planos fueron asignados a cada uno, esto hacía millones de años atrás. Ambos eran tan antiguos como la vida misma. Todo era equitativo en un principio, hasta que los humanos hicieron su aparición en la tierra. Fue imposible para ambos no encariñarse con esas criaturas, pues eran muy parecidos a ellos, además que gracias a su desarrollo más espíritus iban naciendo. Pero el ser humano comenzó a corromperse con el transcurso del tiempo, y si en un momento espíritus y personas convivían en armonía, todo se fue al diablo cuando empezó la cacería divina. Manjiro sufrió la perdida de muchos de sus espíritus a cargo, pero Izana sufrió mucho más. Tierras devastadas por el fuego, animales extinguiéndose, la naturaleza muriendo al igual que los espíritus protectores de ella.
—Tú aún conservas a muchos... Yo sólo tengo siete— respondió mostrándole las marcas en sus brazos—. Es mi deber protegerlos.
—¿O sea que cuando me queden siete espíritus podré salvarlos?— preguntó sarcástico—. Apresúrate y abandona el plano físico antes de que arranque las alas.
Manjiro pasó por su lado en cuanto las alas negras que le impedían avanzar desaparecieron.
—Cometiste un gran error al enviar a los tuyos al mundo terrenal— dijo Izana con una pequeña sonrisa—. Aunque tú también caerás por aquello que tanto rencor le guardas.
ESTÁS LEYENDO
Feathers [Tokyo Revengers]
FanfictionLa sociedad ha ido en decadencia a medida que el tiempo avanza. Ya no hay esperanza. Escrituras antiguas hablan de seres que pueden devolver la humanidad perdida, pero todos creen que sólo son cuentos. Pero el revoloteo entre las malezas podría ser...