Takashi reacomodó el peso de Chifuyu sobre su espalda. Con mucho cuidado de no marearlo con su caminar, avanzó por las concurridas calles del centro de la ciudad ante la curiosa mirada de las personas a su alrededor.
—Dime que estamos cerca— dijo frunciendo el ceño para que los humanos que le observaban se dieran cuenta que estaba incómodo con su atención.
—Un par...de cuadras más— respondió con un hilo de voz.
Al estar más cerca de su destino, la cantidad de personas comenzó a disminuir y eso fue tranquilizante para el mayor de los espíritus. Chifuyu estaba realmente débil debido a la cantidad de plumas que había estado perdiendo durante su estadía en el plano espiritual. Agradeció que estando ya en el mundo terrenal, sus plumas dejaran de caer.
—¿Chifuyu?— preguntó Keisuke cuando abrió la puerta—. Cada vez que regresas aquí, estás peor.
Takashi bajó con cuidado al espíritu y se aseguró que Keisuke lo atrapara antes de que perdiera el conocimiento. El humano miró al chico de cabello lila frunciendo el ceño.
—No me pongas esa cara— gruñó Takashi dándose la media vuelta con la intención de irse lo más pronto posible de ahí—. Si está así, es por tu culpa. Enamorarse de un humano es un potente veneno para nosotros.
Keisuke cerró la puerta con molestia. Chifuyu fue llevado hasta el sofá donde le agradeció su ayuda, y después le preguntó porque siempre estaba en el apartamento cada vez que él lo visitaba, a lo que el pelilargo respondió con simpleza que se debía al destino, pues casi siempre pasaba su día fuera de casa ya fuera por estudios o por estar de vago por ahí.
El espíritu durmió por casi un día completo, cosa que preocupó bastante al humano. Keisuke tuvo tanto miedo de que Chifuyu no volviera a despertar que sólo se separó de su lado para ir por algo de comer o para ir al baño.
—¿No crees que has dormido demasiado?— preguntó mirando el techo con Chifuyu apegado a su lado aún en un profundo sueño—. No sé que te habrán hecho realmente, pero los maldigo. Estás muy delgado y da la impresión de que dejarás de respirar si te descuido.
—Tengo frío— susurró medio dormido apegándose más al humano—. Baji...
Keisuke envolvió a ambos con una manta antes de atraer al ángel más contra su cuerpo. Al pelilargo le encantaba estar así pues podía respirar el suave aroma de Chifuyu, que le recordaba a un tranquilo invierno en vísperas de navidad. No entendía como podía un aroma traer un recuerdo tan específico como ese. Pero era una de las tantas cosas que el ángel tenía que le encantaban, cómo aquel sonrojo que descubrió que podía provocar en él cada vez que le decía lo hermoso que era cerca de su oído o como sus ojos brillaban más de lo habitual al finalizar un beso.
Fue un relajo para Keisuke sentir que la temperatura del espíritu comenzaba a elevarse y su piel pálida retomaba su color habitual. Cuando Chifuyu abrió los ojos, el pelilargo sintió un alivio mucho mayor al anterior.
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Feathers [Tokyo Revengers]
FanfictionLa sociedad ha ido en decadencia a medida que el tiempo avanza. Ya no hay esperanza. Escrituras antiguas hablan de seres que pueden devolver la humanidad perdida, pero todos creen que sólo son cuentos. Pero el revoloteo entre las malezas podría ser...