Pasamos dentro y era una casa grande y espaciosa, muy blanca y con una piscina con cascada, estaba realmente impresionada, jamas había estado en una casa tan lujosa.
-yo a veces tampoco me creo que sea mía -dijo el mientras me sonreía -ven es por aquí -y me mostró el camino hasta una especie de cocina-comedor.
-he hecho pasta para comer -dijo sonriendo.
-y para eso has estado toda la noche -dije con un tono burlón.
- a lo mejor toda la noche no, pero he madrugado, no me seas amargada -dijo y me dio un pequeño toque con el codo.
-¿ayudo en algo? -pregunté.
-no quiero que me ayudes en nada, ¿que clase de anfitrión sería? -me dijo poniendo aquella cara de asco tan característica.-¿siempre tienes que poner esa cara tan fea? - le pregunté en forma de broma imitando su cara.
- te encanta mi cara, no engañas a nadie -me respondió y se acercó un poco más.-no me encanta, es bastante fea -le piqué.
- ¿ah si? -preguntó juguetón mientras hacía el espacio entre nosotros cada vez menor, nuestras respiraciones comenzaban a mezclase, y mis ojos viajaron a sus labios, entonces se separó de golpe con una sonrisilla triunfal.
-vamos a comer anda -me dijo, sabía a lo que estaba jugando y no estaba dispuesta a perder. comenzó a calentar la comida, y entonces recordé el uber.-toma -le dije sacando el dinero, puso cara de incomprensión-del uber- dije extendiéndole el dinero -pero rechazó con la cabeza, lo deje en una mesita que tenía al lado de una televisión de plasma sin que se diera cuenta igualmente.
La comida estuvo entretenida, hablamos un poco de nosotros, nos picamos, hablamos del club, y entonces se hizo presente la pregunta que sabía que iba a llegar.
-bueno y ¿tú con Javi que? -preguntó el rubio, Javi desde fuera no tenía mucha pinta de ser lo que era y menos si solo le conoce por las mañanas.
- nos llevamos bien -le respondí, quería hacerle sufrir un poco.
- se os ve muy bien juntos, ¿estás interesada en el?- me pregunto sin muchos más rodeos.
-digamos que mi interés últimamente se centra en otras personas -dije y sonrió mirando hacia otro lado.
La comida fue bastante agradable, le ayude a recoger la mesa y me dispuse a irme.
-¿ya te vas? -dijo.
- ya hemos comido no se que mas puedo hacer aquí -respondí.
-podrías quedarte a ver una película -propuso de manera tímida.
-está bien -fuimos hacia el sofá de su casa y la verdad es que está situación era extraña, estaba demasiado cómoda en un sitio en el que no debería estarlo, casa de un chico que casi no conozco, con el que es bastante obvio que tengo una especie de tensión no resuelta.-puedes quitarte los zapatos si quieres estar más cómoda, voy a por unas mantas -dijo pablo con una sonrisa boba, y salió del salón, le hice caso y me senté en su sofá, la verdad es que era bastante grande.
Vino con mantas y se sentó a mi lado, nos arropamos y decidimos elegir una película de acción que había por netflix. La película había comenzado hace una media hora cuando vi a Pablo estirarse, y bostezar mientras me pasaba el brazo por encima, acción que causó mi risa.
- de que te ríes- dijo mientras se le contagiaba mi risa.
-de ti y de tu intento de acercarte a mi-le respondí riendo.
-uni tiene sus trucos-respondió con las mejillas rojas como dos tomares.
-vale Romeo, tampoco te pongas colorado-y se río nerviosamente mientras miraba en otra dirección, ¿se podía ser mas mono que este chico?.
Me acurruqué un poco más con él. La película transcurrió rápida, estaba bastante entretenida, al menos para mi, por que Pablo se había quedado dormido hacía unos veinte minutos, cuando la película acabó no sabía cómo moverme sin despertarlo, era obvio que el entrenamiento de hoy le había dejado muerto. Cuando creía que estaba consiguiendo levantarme sin despertarle, tiró de mi mano y me colocó de un golpe brusco debajo de él.
-no te irías a ir sin darme las gracias -me dijo con esa voz ronca de haberse levantado hace poco.-Sabía que estabas cansado y no quería molestar-le dije y se me hizo imposible no mirar sus labios cuando se curvaron en una sonrisa.
la sorpresa llegó cuando volví a subir mis ojos a los suyos y era el quien miraba mis labios, entonces de pronto el poco espacio que había entre los dos dejó de existir, sus labios estaban sobre los míos, tardé en reaccionar por la sorpresa, pero enseguida nuestras bocas se entendieron casi tan bien como lo hacemos nosotros normalmente, y una sensación que creía olvidada volvió a mi cuerpo, la electricidad me recorría y se movía desde mi cuerpo al suyo, en ese momento el mundo desapareció, no éramos un famoso y una anomina, no éramos un futbolista y su fotógrafa, no importaban las profesionalidades ni el que dirían, eramos nosotros y nada más.
Se separó de mi y no dijo nada, ni yo tampoco, el momento se había congelado por un segundo y las mariposas de mi estómago me advertían de que puede que la sensación a la que tanto miedo le tenia estuviera volviendo.
-creo que es momento de que me vaya -le dije nerviosa, no quería volver a sentirme así, no quería volver a perderme o a romperme tenia miedo.
El no puso impedimentos para que yo me levantara. Él estaba casi tan sorprendido como yo, y eso me confirmaba que los dos nos sentíamos igual.
- quédate un rato más -dijo por fin.
-lo mejor es que me vaya -respondí
- ¿que? ¿por que?- me preguntó con aquella cara de desacuerdo tan reconocible.
-Esto no está bien Pablo, soy tu fotógrafa, no es profesio- entonces otro beso cortó mi habla, y mi cuerpo fue incapaz de rechazarlo.
- vamos, no se que es esto que siento, pero me da igual que no sea profesional y se que tú sientes lo mismo -dijo con sus manos a los dos lados de mi cara. -esto te gusta tanto como a mi-me volvió a decir.
-necesito espacio -le respondí. -no se si estoy lista para esto de nuevo-
-no quiero espacios entre nosotros Lola, quiero el mínimo espacio entre nosotros, joder -me respondió y se me derritió el corazón.
- Pablo dame unos días -le dije sin saber muy bien dónde nos dejaba esto.
Y me alejé, aquel día agarré mis cosas y antes de lo planeado ya me había montado en el uber y estaba llegando a casa.
Ahora tenía un nudo en el estómago, sabía como me hacía sentir Pablo, pero me daba tanto miedo que las cosas fueran tan mal como con Marco, dar todo por alguien y que la otra persona te ponga en un segundo puesto es verdaderamente duro. No tuve mas noticias de Pablo, ni durante lo que quedaba de semana, ni en el poco tiempo que estuvimos en España antes de que el viaje a Paris se hiciera presente.
Y esta era yo ahora, pensando en él mientras estaba a horas de verle en un viaje de dos horas. Javi y Lara me habían dicho que tenía que dejarme llevar y apostar por él, que no todos son iguales, y quizás tengan razón pero aún así no podía parar de tener el presentimiento de que las cosas entre nosotros iban a dar muchas vueltas.
Pero ¿y si Javi y Lara tenían razón y debía arriesgar?
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BEHIND (Pablo Gavi)
Любовные романыella cree no poder con todo esto pero el no la dejara escapar