capítulo 12

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Tras aquella cena, volvimos al hotel, me pidió que durmiera con el, y acepté, teniendo en cuenta lo difícil que era estar solos en público no podía desaprovechar ni un minuto con el estando solos.

-voy a darme una ducha, pilla lo que quieras de la maleta pero no la deshagas mucho-me dijo sonriéndome, y se metió al cuarto.

no sabía muy bien que coger, cuando vi lo que había usado ayer, me pondría eso y listo. Me tumbé en la cama y abrí whatsapp, tenia un mensaje del grupo que tengo con Lara y Javi, que ponía. "no pierdes el tiempo" seguido de un jajajaja. Abrí aquella noticia, éramos nosotros en aquella cubierta del Sena, era una foto bonita, y yo se de esto, yo estaba apoyada en la barandilla y el estaba justo en frente, hablábamos y no pude evitar guardarme aquella foto.

Se abrió la puerta del baño y Pablo salió con una camiseta y sus calzoncillos, el pelo mojado, y siendo realmente adorable.

me miró con una sonrisa en la boca y se acercó a mi, se tumbó en la cama conmigo y me abrazó, no sabía que era esta sensación pero me gustaba.

-¿has visto las fotos?-me preguntó.

-si, salimos bastante guapos-le contesté.

Dejó su móvil sobre la cama y este se encendió, dejando ver como fondo de pantalla lo que parecía una foto collage que contenía otras cuatro fotos, no pude no fijarme en que yo salía.

-¿y esa foto?-le pregunté mientras sonreía.

pude notar que le dio bastante vergüenza por que se sonrojó y escondió su cara en mi cuello.

-es del otro día-me dijo.

Respiró en mi cuello lo que me provocó un escalofrío, comenzó a besar mi cuello, y a susurrar cosas que no podía entender al odio. Ya sabía a dónde quería llegar con esto, y yo también quería, pero no sé lo iba a poner tan facil, le perdoné ayer, no puedo acostarme con el hoy.

-Gavira, se por dónde quieres ir, pero es tarde y mañana tenemos vuelo un vuelo-intenté decir, pero fui interrumpida por un apretón en su abrazo y una risa genuina y dulce en mi cuello.

-Ya sabía yo que no te ibas a dejar convencer tan facil-dijo mientras seguía riendo y dejaba un beso húmedo en mi cuello.

-es que soy una chica difícil, ¿sabes?-le pregunté con un tono burlesco.

-estás loca por mi, cambiaria difícil por orgullosa-dijo después de haberse separado, y una sonrisa muy adorable se instaló en su cara.

Acaricié su cara con ambas manos, y le di un pequeño beso, su mirada cambió, ahora me miraba con otro tipo de mirada que no sabía descifrar.

Se levantó y se quitó la camiseta que llevaba, quedándose en ropa interior, tuve que contenerme, estábamos en paris, tenia a este chico semidesnudo enfrente mía, y los dos sabíamos lo que queríamos, solamente que mi orgullo era mayor.

-si me sigues mirando así, voy a tener que pegarte un bocado-dijo mientras que se le oscurecían los ojos.

-callate y acuéstate- le contesté mientras reía nerviosamente.

-ya voy, si ya se que estás loca por tenerme cerca tonta- dijo con aquella arrogancia que me volvía loca.

Se tumbó a mi lado, bajo aquellas sábanas blancas, ninguno daba el primer paso de abrazar al otro, esto parecía más fácil ayer con unas copas de más, pero hoy daba vergüenza.

Giré mi cabeza, y el giró la suya, y no hizo falta nada más, pues los dos empezamos a reír por lo mismo.

-anda ven aquí bruja-me dijo mientras sus ojos estaban contentos.

Me acercó a su cuerpo, y me abracé a su pecho, eché mi pierna por encima suya, y miré hacia arriba, el sonreía, besé sus labios de manera fugaz, e intenté conciliar el sueño, cosa que era difícil con la luz encendida, Pablo pareció leer mi mente por que apagó la luz, y susurró un "descansa bruja" mientras que depositaba un beso en mi cabeza, cerré mis ojos, y escuché su respiración, y su corazón, el cual iba a toda pastilla, estaba realmente nervioso, y supongo que mi corazón estaba igual, me concentré en su respiración y poco a poco fuí quedándome dormida en los brazos de aquel chico.

Me gustaría poder decir que fui capaz de dormir toda la noche del tirón, pero Pablo estaba algo constipado y no paraba de roncar, me desperté un par de veces, y con una pequeña sacudida simplemente paró.

Desperté poco a poco a la mañana siguiente, nuestro vuelo salía a las nueve de la noche, así que teníamos que preparar todo, giré hacia el lado y le ví, entonces vi como su boca se curvaba en forma de sonrisa y comprendí que él ya llevaba un rato despierto.

-ya estás despierto mentiroso-dije riéndome.
hizo como que roncaba, mientras que su sonrisa crecía y provocó mi risa, me tumbé encima suya dispuesta a jugar con él cuando sin querer rocé algo que no debí rozar, de pronto Pablo abrió los ojos y comenzó a reírse, dios santo, como puedo ser así de torpe y de despistada, rápidamente me quité de encima suya, pero el pasó su brazo por mi cintura y volvió a colocarme allí, pero esta vez sin tocar nada.

-buenos días preciosa-dijo mientras seguía riendo.

-buenos días-dije yo y entonces su risa se me contagió y los dos comenzamos a reír.

-¿por que estabas despierto?-le pregunté.

-por que una señorita se mueve mucho por las noches, y me ha despertado un par de veces, la última fue poco antes de que te levantaras-me explicó.

-tú tampoco te quedas atrás, que roncas como un oso-dije y me sonrío avergonzado.

-no seas tonto, con lo mono que estás cuando roncas- le animé, y conseguí sacarle una sonrisa.

Di un beso corto en sus labios y el lo profundo o algo más, al separarme miré a sus ojos, me estaba empezando a gustar esto de despertarme con el al lado.

-anda levanta que tenemos un vuelo-le dije en el mismo tono que ponen las madres.

-el vuelo es a las nueve, vamos a quedarnos otro ratito aquí juntos, anda-me dijo poniendo ojos de pena, pero estaba comenzando a conocer a Pablo muy bien, y sabía que detrás de aquellos ojos había lujuria, y no sabía si podría volver a oponerme.

BEHIND (Pablo Gavi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora