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El príncipe kim se encontraba en su alcoba viendo hacia el jardín, hoy todos los empleados del palacio estaban acupados ya que en la noche vendrían a una cena que organizó jungkook antes de la boda.

Por cierto jungkook no ha ido a visitarlo, no desayuno junto a él y menos lo ha visto en todo el día, lo único que escucho de sus tres ayudantes fue que después de ir a visitar el pueblo tendría entrenamiento.

Quería salir un rato, pero quería salir junto a jungkook y como ya dije este no estaba.

— alteza, ¿se le ofrece algo? — taehyung volteo y suzy se reverencio, sonrió y negó lentamente.

— ¿dónde está jungkook? —  inquirió acercándose a su amiga, no había desayunado.

No quería comer sólo, a pesar de que en su reino la mayoría de las veces comía sólo en su alcoba o en los comedores de los empleados junto a ellos, desde que llegó a busan se acostumbro a comer junto a jungkook.

— Alteza, magestad jeon volvera hasta la cena con los demás reyes— informó — tiene entrenamiento.

— y... ¿No pueden llamarlo? O llevarme donde él ¿por favor?

Suzy iba a hablar para decirle que por supuesto, ya que su futuro rey les había ordenado hacer todo lo que su omega pidiera.

— Porqué irías hacia mí cuando yo puedo venir a ti — inmediatamente suzy se inclino y lentamente salió del lugar sin hacer escándalo.

Taehyung estaba feliz, quería saltar a los brazos de su futuro esposo y no soltarlo hasta la hora de la cena, intento contenerse, sin embargo, eso no impidió que caminara hacia el futuro rey.

— Magestad... — saludo inclinándose un poco, siendo tomado de la mano casi de inmediato.

Jungkook beso el dorso de su mano suavemente y lo atrajo a su cuerpo para abrazarlo y besar su cabello, aspiro su aroma sutilmente y luego el omega también correspondió al abrazo con nerviosismo

— ya te dije que no hacen falta las reverencias ni las formalidades, mi príncipe — taehyung al escuchar la dulce voz con la que su futuro esposo se dirigía a él, rápidamente levantó la vista y para nada le gustó verlo.

Jungkook tenía una cortada en la mejilla y está aún sangraba, frunció el ceño y señaló con su dedo índice la herida.

— ¿porqué tiene eso?

Jungkook tocó su mejilla manchando las puntas de sus dedos con sangre, sonrió.

— te lo diré si prometes llamarme por mi nombre

— esta bien... — un color rosa se apoderó de sus mejillas

— dilo— atrajo aun mas a su omega a su dorso — di mi nombre

— jun-jungkook— el color rosa se volvió uno carmín, no por llamarlo por su nombre si no por que el alfa no quitaba sus ojos de él.

—¡Me encantas! — el alfa no pudo con la ternura de su omega, era demasiado lindo y cuando lo llama por su nombre le gusta aún más.

Cargo a su futuro esposito y lo llevó a la cama sentandolo en su regazo, poso su mano delicadamente por la cintura de taehyung y sintió como este se puso nervioso.

— Dime ahora — ordenó su omega, jamás le había gustado tanto recibir una orden.

Igual nadie le daba órdenes al futuro rey, pero si alguien lo hiciera moriría de inmediato.

— Bien omega, te lo diré... — acomodó mas el pequeño cuerpo en sus piernas — me lo hice en un entrenamiento, me distraje con alguien y no me di cuenta cuando me lo hicieron.

Mi Consorte RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora