Capitulo Cinco

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⋆*。 CONFÍA EN MI ⋆*。capítulo cinco: flechazo en ti ────────────

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⋆*。 CONFÍA EN MI *
capítulo cinco: flechazo en ti
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REAL LIFE ¡!*
Madrid, España !
    

     EL JOVEN CORREDOR británico caminaba por el paddock de Madrid, finalizando con su sexta carrera en el calendario de temporada.

Se encontraba exhausto, pero no lo admitía. Lamentablemente los resultados de la carrera no había resultado como al le hubiera gustado, y en cambio y aún así, una sonrisa decoraba su rostro. En especial esta creció cuando entró al garage de su Scuderia.

Norris se adelantó a esconderse tras una pila de llantas apiladas en garage, asomando su cabeza por un lado lo suficiente como para que le permitiera observar desde lo lejano.

La castaña de pelo lacio que caminaba por el paddock de la mano de una cámara dejaba atónico al piloto con tan solo verla. Y es que desde el día en que la había conocido había adquirido una cierto interés por ella. Incluso le daba vergüenza admitir todas esas veces que había quedado hasta tarde por la noche revisando el perfil de la chica desde que había comenzado a seguirla.

—Cierra la boca, que se te cae la baba. —entonces escuchó a sus espaldas. Un grito agudo del susto soltó. La risa tan contagiosa de su compañero de equipo, Danny Ric, se escuchó por el garage.

—¿Que? ¿De que hablas? —tartamudeó en un intento fallido de actuar con calma frente al mayor.

La sonrisa de Ricciardo no podía ser aún mas grande por haber atrapado a su amigo.

—Te descubrí.

—¿Que?

—Se te cae la baba al verla.

La expresión de sorpresa de Norris no se hizo esperar.

—¿Que? ¡No! ¿De que hablas? —nuevamente intento pasar por desapercibido y actuar calmado. La expresión de seriedad en su amigo le indicó que no podría engañarlo. —¿Tan obvio soy? —Riccardo no contuvo las risas.

—Oh Lando.

Desesperado Norris nuevamente giro hacia con la chica a unos pocos metros de distancia suyo, buscando un tipo de pretexto que le permitiera acercarse de nuevo a ella.

—Necesito que me ayudes. —le suplicó al australiano al girarse de vuelta hacia el.

—¿Que? —las sonrisas juguetonas habían desaparecido ante el llamado de necesidad del menor, y en cambio una expresión de confusión y sorpresa se formó en el rostro del australiano.

Confía En Mi 【 lando norris 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora