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Degustaba todos los pequeños momentos en que me sentía vivo. Y, en todos ellos, coincidía que estabas tú.
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Éramos dos amigos que habían pasado un buen rato. Sin más. No obstante, me sentí tan a gusto contigo que me sentí hasta mal. Tuve la necesidad de escribir a Silvia en cuanto llegué a casa.
Yo
La clase particular me ha gustado.
18:02
Creo que voy a aprender bastante.
18:02
Como Sara me iba a esperar, le he llevado un sándwich.
18:02
No era la hora a la que solíamos escribirnos, así que quería aprovechar para contarle mi día del tirón, pero al momento apareció En línea. Me senté en el escritorio de mi habitación con la intención de escribir algo.
Silvia
¡Hola!
18:03
Ya estoy.
18:03
Sí, ya me ha dicho Sara que le ha encantado el sándwich.
18:03
A mí me gustaría... si no llevara calabacín.
18:03
Yo
Ja, ja, ja.
18:03
Hemos comido en una mesa del parque San Javier.
18:04
Silvia
Nunca he estado por esta zona.
18:04
Yo
No es nada especial, pero tiene cuatro o cinco mesas de madera con bancos.
18:04
Silvia
¿No estaba frío?
18:04
Porque tú enseguida te metes debajo de las mantas.
18:04
Yo
Algo sí, pero para un rato se podía aguantar.
18:04
Silvia
La clase particular no es un peñazo, entonces.
18:04
Yo
Lo justo. La profe, la verdad, es bastante maja y lo hace más ameno que el señor angustias.
18:05
Silvia
Ja, ja, ja. El señor angustias, qué bueno.
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Mientras me olvidas
RomanceEs difícil vivir sabiendo que has conocido al amor de tu vida y que no estáis juntos; Tristán siempre ha cargado con ese peso. Nunca se hubiera imaginado que esa persona que le resultaba insufrible era en realidad el amor de su vida. Sara y Tristán...
