Segunda baraja || Luckity ||

7. Suerte

—No deberías estar en la biblioteca?—Preguntó mientras miraba fijamente a su amigo.

El contrario tenía su cabeza apoyada a la mesa, parecía estar durmiendo pero no, estaba cuestionandose su existencia.

—¿Rubius podrías darme veneno?—Dijo en apenas un susurro.

—No te escuché Luzu, pero supongo que quieres dejar de existir.

Ambos estaban ebrios, muy ebrios, habían bebido demasiado, Luzu porque tenía que viajar a otro país a hacer algo que no le gustaba y eso lo abrumaba mucho, y Rubius... Rubius solo lo acompañaba.

Hace unas horas Luzu lo contactó para "conversar" como buenos amigos antes de su vuelo, Rubius claramente aceptó, pero al llegar al lugar de reunión, se dio cuenta que "conversar" no describía del todo bien lo que harían.

—Te vuelvo a repetir, ¿no deberías estar en la biblioteca?

—Si... debería, pero quería pasar tiempo contigo antes de viajar.

—Ya... Pero si investigaste algo sobre tu nuevo "trabajo".—El mayor se sumó a la posición de su amigo, colocando su cabeza en la mesa.

Luzu no respondió, y recordó con esfuerzo lo que hizo hace unas cuantas horas.

Al llegar a la biblioteca se encontraba motivado para leer e investigar, pero todo se fue a la mierda cuando vio los grandes estantes repletos de libros sobre casinos, eran demasiados y desde ya era mucha información que tendría que leer, su motivación fue bajando en picada.

Escogió algunos y se los llevó a una mesita donde leería, se acomodó en su asiento y escogió un libro, lo abrió listo para leer las primeras líneas pero iba a leer sobre casinos, y a el le parecían aburridos, así que pensó nuevamente en que al día siguiente tendría que viajar y ya no vería a sus amigos en un largo tiempo.

Tomó su teléfono y llamó a Rubius, aceptaron reunirse y rápidamente salió de la biblioteca con su abrigo.

En resumen no leyó y tampoco investigó absolutamente nada.

—No investigue una mierda...

—Era predecible, pero admito que esta vez si tuve un poco de esperanza en que lo hicieras. No debiste ir a la biblioteca si no ibas a leer Luzu.

—Pensé que si investigaba como antes lo hacía, me hubiera interesado el tema, pero no fue así. Supongo que en el avión veré algunos videos sobre esas cosas. —Dijo el castaño empezando a tener dolor de cabeza.

Ambos mantuvieron silencio por un buen rato, y finalmente ambos se quedaron dormidos.

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El sonido de vibraciones seguidas en la mesa despertó al mayor, rápidamente contestó la llamada.

—¿Vegetta?... —Su voz estaba un poco áspera ya que acababa de despertar de una muy pequeña siesta.

—Doblas son las cinco de la mañana... ¿Te encuentras bien?— En su voz claramente había preocupación.—¿Hiciste pijamada con Luzu?

¿Cinco de la mañana?

¡¿Cinco de la mañana?!

—Mierda... Ya voy Vegettita! Adiós!

Cortó la llamada con un beso hacía el teléfono. Y se fijó en su amigo que ahora dormía plácidamente en el suelo, junto a unas botellas tiradas.
Miró a su alrededor y lo que había sido un lugar lleno de personas bebiendo la noche anterior, ahora estaba completamente vacío, solo se encontraban los dos.