Fuera de cancha

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-Qué decís, pelotudo. - El menor aún demostraba confusión y temor, no lograba algo ante el cuerpo que imponía gran fuerza sobre él, el ambiente era cada vez más pesado por las nuevas feromonas que provocaba el alfa dominante, desapareciendo las de Lionel.-DÉJAME.

Ochoa se hacía el sordo, alzo la camisa de rayas blancas con azul con el número 10 de tono negro, poso las yemas de sus dedos por toda su columna, bajando de poco a sostener las orillas de su pantalonsillo, en ese caso, el short del mismo color de las letras de su uniforme, sostuvo los bordes de la prenda, al igual que la ropa interior, dejando al descubierto su trasero, dando un ligero rebote ante la rapidez de bajar las prendas hacia abajo.

Los ojos de Messi se abrieron como plato al tener su parte inferior expuesta y a la completa vista del ajeno encima de su culo descubierto, se sentía exhibido ante la presencia del alfa dominante.

Nuevamente, intentó hacer algo al respecto, aunque únicamente logro recibir un fuerte golpe en uno de sus glúteos, empezando a sentir un terrible ardor, Lionel abrió ligeramente sus labios para soltar un leve grito que intento callar al morder su labio inferior.

-¿Acaso ese fue un grito de una perra en celo?-Se burló el de rizos, lo levanto bruscamente para acostarlo nuevamente, siendo esta vez sobre sus piernas boca abajo, esto era el colmo, parecía que lo hacía por cuenta propia al no hacer queja alguna.
-¡PARA!- Era lo único que pudo salir de los labios del argentino cuando sintió las heladas manos del moreno entre sus nalgas, junto a las yemas de sus dedos, empezar a tentarse en su apretada entrada. - QUE NO TE ATREVES.

-¿Y qué tal sí lo hago? -El Alfa mayor ya arto del contrario, lo callo al introducir de manera imprevista unos dedos en su cavidad, se metieron de forma seca, sostuvo con fuerza los pantalonsillos del mayor, dejo caer su cabeza sobre el asiento, frunció el ceño y cerro sus ojos con fuerza para evitar soltar unas lágrimas de dolor que estaban impacientes de rodar por sus mejillas.
- ¿Enserió estás llorando, Alfa?- Lo último lo remarco con un tono de burla, al tener esa cantidad de dígitos en el interior de Messi, nuevamente escucho un grito salir del contrario, quería joderlo más.
-Y-ya...soltame~..-Hacía lo posible, para evitar algún llanto, empezando a rasguñar los muslos de Ochoa, alzo más sus caderas y apretó ligeramente sus piernas, haciendo presión de su miembro entre el cuerpo de Memo.

Tomando de sorpresa otro dedo introducido en su cavidad, sintiéndose diferente ante el anillo que rodeaba este. Juntando tres dígitos expandir sus calientes paredes que estrechaban los largos dedos, no fue de esperar otro grito por parte de Lionel y junto a varios más cuando el mayor hacía movimiento rápidos con sus manos.

Messi cerraba sus ojos con fuerza ante el horrible dolor anal que estaba recibiendo, era muy descuidado y brusco el movimiento de aquellos dedos presionarse en su interior.

Dejo de sentir los dedos dentro suyo; sin embargo, sus rodillas se posaron en el mismo asiento, sus muslos temblaban sin parar, sintió un leve empujón, provocando que recargará sus manos sobre el respaldo, nuevamente Guillermo se encontraba detrás de él, el resto de su cuerpo tembló al escuchar algo caer al suelo. Ochoa ya había dejando desender el short junto a su ropa interior, sosteniendo entre sus dedos su hombría.

Estimulo el miembro propio para endurecerlo, por no serle tan excitante la escena explícita de Lionel, que ni siquiera intento seguir esforzándose para liberarse del alfa mayor, únicamente se dejaría hacer lo que fuera, solo podría esperar su destino.

Se estremeció al sentir el glande pegarse entre sus nalgas, arqueo su espalda y se alejó, volviendo a ser atraído por una mano que se posó en su trabajado abdomen. -¿A dónde crees que vas, mejor goleador? -

Apego la espalda de Messi a su abdomen, aun arrimando la cabeza de su pene al ano profanado, aún se sentía secó.

Se acercó para tomar una botella de agua, lo vacío sobre la espalda baja de Lionel, para que este mismo resbalara entre sus nalgas, pasando el líquido helado por su cavidad, lo cual aprovecho Ochoa para sostener las caderas de Messi y empujar el cuerpo al suyo, introduciendo el grueso miembro en el estrecho interior.

-¡AH-AHG..AH! -Lionel se retorció del dolor, empujando su cuerpo hacia enfrente y deslizar de a poco el pene estancado en su interior; sin embargo, solo sentía el desgarre en su interior, provocando que siguiera soltando un par de lágrimas por montones, su rostro estaba tan rojo como un tomate, resaltaba demasiado por su piel clara.

-Eres demasiado gritón, lo noté cuando gritabas por meter un estúpido gol. - Ochoa no iba a disimular el rencor que le tenía al alfa, pensaba seriamente en joderlo a él y a su culo, a pesar de que también le era horrible la situación, el ano ajeno apretaba de forma muy fuerte su miembro que era casi incapaz de moverse, por aquello, nuevamente dejó caer su palma abierta sobre su glúteo, pintando su mano de rojo sobre la clara piel.

-Deja de apretar tanto, mierda. - Reclamo el mexicano al serle imposible moverse sin sentir la fuerte presión del ano apretar el grosor de su miembro, sostuvo los cabellos de Messi para hacer su cabeza hacia atrás y sus miradas crucen, haciendo que aquella escena provocara que su hombría se endureciera más si eso era posible, Lionel tenía sus ojos entrecerrados, con una gran hinchazón al igual que sus labios morados por haberlos mordido tanto, junto a su rostro realmente rojo y la piel quemaba por sus lágrimas.

Sin algún comentario sostuvo la cintura de Messi para juntar más su cuerpo, apenas logrando que la cavidad aflojara la fuerza sobre su hombría, no espero nada para mover el cuerpo entre sus brazos y el suyo para comenzar fuertes embestidas, haciendo los aplausos más ruidosos por el agua que salpicaba por doquier.

-Al menos tomo en cuenta que hace mejores cosas que meter goles. - No obtuvo respuesta, únicamente los llantos y quejidos graves de Messi por cada golpe que sentía de la pelvis y su trasero chocar una y otra vez de forma constante, arqueo la espalda, sintió como las uñas se clavan en su cadera y su cuerpo era manipulado para ser embestido sin una pizca de compasión, derramaba lágrimas por montones que caían de sus mejillas y caer sobre los asientos, sintiendo como se formaba un fino hilo de saliva resbalar por sus labios y barbilla.

El mentón de Ochoa se recargó sobre el hombro de Messi, acercando su rostro a su oreja, lamiendo el lóbulo de su oreja. -Vamos, mejor del mundo, usa esas fuertes piernas. -Sostuvo la mandíbula de Lionel para girar su rostro, pasando su húmeda lengua por sus labios. Messi, con las pocas fuerzas que le quedaban, movió sus caderas para que su cuerpo chocara con el más grande, provocando que su trasero rebotara, topaba con la pelvis de Memo de una forma jugosa desde el punto de vista del alfa dominante.

Hasta cierto punto Lionel se sorprendía por su erección, le era increíble que se excitara por recibir por detrás en esa primera vez a pesar de no haber querido acceder desde el principio, pero no podría soportar más, se desmayaría en ese preciso momento. Justamente eso fue lo que sucedió al recibir para nada gustoso la semilla del otro alfa, llenar su culo por completo, dejándose caer encima de los asientos, al no haber salido antes del interior, llego a anudarlo, importándole poco desgarrarlo, al menos, con demasiada dificultad salió de su interior, desparramando sus "hijos" del ano profanado de Lionel que aun estando inconsciente respiraba con mucha dificultad, haciendo que su vista se tornará oscura.