ᦈ𝆯𝅄ׁ⁠▸ 𝟐𝟑

1.4K 218 187
                                    


-Lo lamento,..el no lo logro.- Guillermo cayó sobre sus rodillas, todo era su culpa, ya se empezaron a escuchar algunos sollozos detrás de él, estaba por culparse cuando. - Esperen, ¿ustedes esperan a Lionel Messi?
-....¿Sí? - Todos miraron confundidos al doctor, quien dio unas leves risas.
-Ah, no, él ya está bien, espera al señor Guillermo Ochoa.- Sonrió el doctor, mientras sostenía unos papeles en uno de sus brazos.
-....

Rápidamente, el mencionado se levantó, sacudiendo su cabeza, mientras se dirigía a donde estaba en doctor.
-¿El cachorro está bien?
- Ambos, pero se necesitará del padre para que la salud del feto mejore y siga desarrollándose, aunque fue muy arriesgado, soportaron bien.- Se escucharon varios suspiros por parte de los chicos.

Dejaron al alfa solo con Lionel, que mantenía sus ojos cerrados, se acercó lentamente para sentarse en una silla que estaba a un lado, acariciando la mejilla del menor, agachado su cabeza para evitar algún sollozo.
- Realmente lo siento, debí decírtelo.. -Sintió la mano de Messi sobre la suya, se sobresaltó y alzo su vista.
- Vos sos un
-¿Estúpido, pendejo, mal parido, cabrón e imbécil? - Escucho una leve risa por parte del alfa en la camilla.
- Ujum, todo eso. -Ochoa también río levemente, levantándose del asiento para ver mejor al argentino. - Pero la verdad, no te pienso perdonártelo jamás.
- Está bien, lo merezco, y también el resto de chicos no pueden esperar a verte. -Se inclinó a apartar algunos cabellos sobre la frente de Lionel para dejar un beso.
-¿Y mi cachorro..?- se sento sobre el colchón para mirarlo.
-Esta bien, no te preocupes. -Sonrió y poso su mano sobre el vientre del menor para acariciar levemente su pansita.

Memo se apartó al escuchar como tocaban la puerta, dirigiéndose a esta para abrirla, mostrando a la mayoría de chicos que estaban impacientes por ver al alfa, rápidamente llenando la habitación, en la que algunos no pudieron evitar el llanto.

• • •

Parpadeo un par de veces, alzo uno de sus brazos para sobar su nuca, no recordaba nada, se levantó del sofá en donde se encontraba recostado, mirando a sus lados para ubicar al lugar, pero dirigió su mirada en al escuchar una voz que llamo su atención.
- Ya despertaste..
-Ney-, quiero decir, señor. - Se levantó del lugar para dirigirse en donde estaba el alfa, que se encontraba estaba intentando curar las heridas de su rostro.
-Solo dime Neymar, no te compliques Son..- El omega asintió, se sentó enfrente del contrario, alejando el algodón con el que aplicaba alcohol.
-Déjame ayudarte con eso.

El alfa no se quejó, le dio el pedazo de algodón al asiático, quien tiro él objetó a la basura, para tomar otro y volver a atender al contrario.
-¿Cómo llegué aquí?, solo recuerdo que Ochoa se había disculpado conmigo de la nada y caí. - Cuestión, mientras se levantaba, alzo el rostro del brasileño para limpiar mejor las heridas.
- Se rompió una de las lámparas, y todo se empezó a incendiar, Francisco te tomo de rehén para que me alejara de Lionel, estaba a punto de matarme, pero ambos se fueron, pensaba en hacer lo mismo, pero...no te iba a dejar. - susurro lo último, mientras miraba de reojo al omega.
- Oh..- Sintió sus mejillas calentarse, pero no le dijo algo más, siguiendo con lo suyo, con una pequeña sonrisa pintada en sus labios.

• • •

12/03/2023

Nuevamente, se tomaron los juicios, si Francisco Guillermo Ochoa, no se presentaba a un juicio, Karla tendría la custodia de Lucciana, la omega estaba segura de que el alfa dominante no llegaría, sin embargo, apareció.
- Buenas tardes, su señoría. - Había llegado, fresco como una lechuga, mentira, aún se notaban unos golpes, pero estaba como nuevo, vestido con un sencillo traje negro y su cabello ahora corto.

-¿Qué mierda hace aquí?, ese estúpido alfa no hizo su trabajo. - La mujer susurro entre dientes, al ver su exesposo llegar como si nada, se suponía que el brasileño se encargaría de matarlo, pero estaba ahí.
-Su señoría, vengo a declarar la complicidad de mi exesposa, y su intento de homicidio hacia mi.
-PERO CÓMO. - Rápidamente, el juez se dio la tarea de callar a la omega, para que el ahora abogado del alfa diera las pruebas.
-Verá, mi cliente, en día que se estaba divorciando de la Señorita Mora, la había descubierto hablar con otra persona, que al no estar seguro de ir a su viaje a España, aprovecho que jamás sospecharían de su cinturón, porque la mayoría de las veces, es lo que más pasa desapercibido.- Guillermo se mantuvo callado, sin embargo, no lo detuvo a ver con una gran sonrisa en su rostro a exesposa.- Aquí las pruebas, señoría.

El abogado se acercó al juez para dejar un pequeño despistado delante de él, en donde tal vez no se miraba de la forma más clara, pero se escuchaba todo perfectamente.
-ESO NO- - El abogado de la omega la detuvo, negando con su cabeza, para que dejara de hablar, pasado el tiempo, ya se había tomado la decisión.

-Ya no faltará que se hagan más juicios, Señor. Ochoa, ¿tiene un lugar estable en donde cuidar a su hija Lucciana, verdad?
- Por supuesto, señoría.
-Bien, Señora, Mora, usted está detenida por atentar contra la vida del Señor Ochoa y su complicidad con el acusado Neymar.-sostuvo el martillo para dar un par de golpes a la mesa. -Es todo.


En cuanta Karla diera a luz, el cachorro estaría a cargo del padre, siendo el caso del hermano de Guillermo.

El alfa ni siquiera presto atención al momento de llevarse a Karla detenida, se levantó de su asiento, había sido más rápido de lo que creyó, pero ahora estaba a cargo de su hija, al fin, en pocos días saldría Messi del hospital y realmente quería que conociera a su hija.

Se levantó del lugar junto al jurado y el resto de presentes, llevarían a la menor por las cosas suficientes, porque Guillermo había aclarado que la llevaría a vivir a otro lugar, entonces debería de empacar sus cosas para ir con su padre, o posiblemente, futuros padres.

• • •

Nota:
Capitulo un poco corto, lo se, pero pues quiero hacer los capítulos mientras pueda, porque capaz este ocupado saliendo acá, pero ya se las saben, los amo.

Fuera de canchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora