Fuera de cancha

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Dos semanas tenían de convivir ambos alfas en aquel enorme lugar, en el que pocas veces se llegaban a cruzar, Guillermo no pensaba mucho en pasar tiempo con él, no tenía pensado encariñarse con el hombre que tenía un ego más grande que el mismo.

La mayor parte en donde lo encontraba era en su habitación, lugar de trabajo, la sala, cocina o incluso en el patio, jugando casi semidesnudo con su perro.

Porque anteriormente iba a su gimnasio; sin embargo, Ochoa se lo había prohibido con la excusa de que podría no ser lo mejor para el bebé, no tenía que hacer mucho esfuerzo, ahora posiblemente sea algo difícil para él, ya que se quedaría ahí por toda la etapa de gestación, lo común era ir seguido a cualquier tienda cercana a comprar todos los snacks que le pedía por los seguidos antojos, pero poco tiempo los vomitaba debido a las náuseas, por lo contrario, felizmente su cuerpo estaba más tranquilo desde la presencia del alfa dominante.

Sostenía entre sus dedos un vaso con jugo en su interior, dando camino por las grandes ventanas de cristal que daban al patio trasero, en donde mostrandoce a Lionel sentado encima del pasto, acariciando a su Dogo. Recargó su cuerpo sobre el marco de una de las puertas y analizar la linda anatomía del menor, mantenía sus ojos cerrados mientras miraba al cielo, "realmente es lindo" cruzo unos segundos en la mente de Memo cuando se percató de que el contrario afuera del lugar se dio cuenta de su presencia, sonrió y se levantó del patio para acercarse a donde estaba.

Messi abrió la puerta de cristal para estar de frente con el otro, sonrío ligeramente y sostuvo una de sus manos para jalarlo hacia afuera. El mayor alzo su brazo al sentir como el gran perro se subía encima de él, posando sus patas sobre su pecho.
-No te hará nada, bobo, no te preocupes.
-Pff, lo sé..

Se sentó sobre el pasto a visualizar el amplio terreno del patio, sintió el peso de la gran cabeza del animal posarse en sus muslos.
-Párase que le agradas, eh.
-Supongo..-Sintió una extraña sensación, sentía sus mejillas calientes, qué le estaba pasando?

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Ambos alfas aun se encontraban en el patio tratando de conversar y conocer más de ellos hasta tarde, haciendo que las resplandecientes estrellas se hicieran notar en la oscuridad de la noche y brillo de la luna que les daba a ambos cuerpos, que se notaban uno junto al otro, que junto unas risas, sonrisas y miradas se empezaban a sentir más cómodos uno al lado del otro.
-Eh, que no te tenía idea.
-Mh, pues es así.
Lionel tuvo una pequeña sonrisa al escuchar de los emprendimientos del mexicano en ese mismo país, no tenia idea de lo que se dedicaba aparte del fútbol.
-Y entonces,¿vos para cuando me vas a hacer una torta?"
-Cuando me den ganas de hacerlas.-Solto una pequeña carcajada para voltear su rostro a donde se encontraba en menor, su rostro estaba a pocos centímetros de los suyos, no pudo evitar mirar hacía sus labios, quedando embobado por ellos, relamio los propios, estando en silencio ante la cercanía, Memo de forma rápida se limito a levantarse del suelo, pero fue sujetado de su antebrazo.
-No, no te vayas...
Ochoa se volvió a acercar y apoyar una de sus rodillas sobre el césped para quedar a la altura de Messi.
-Yo quería..- continuo hablando y sujeto el cuello de la camisa de Memo para acercarse a el y dejar un corto pero cálido beso sobre sus labios, dejando estático al mexicano.

Al darse cuenta de lo que hizo, se levantó a la mayor velocidad que pudo para ser el primero en entrar al interior de la mansión y dejar solo al otro alfa con su mascota.

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Supondria que aun no probaría las tortas que le había prometido Ochoa para esa cena, pero no lo culpaba, lo había besado sin su consentimiento, fue su primer beso con el, aquella vez en los vestidores no hubo tal acción entre ellos.

Ya había pasado una hora desde que Guillermo había entrado detrás suyo a la mansión, yendo directamente a su habitación.

Hablando del rey de Roma, justamente había bajado, llegando a a cocina para tomar una manzana.
-¿No queres cenar, pibe?
-No, solo quería comentarte algo.
-Dale.
-Cada mes, me iré un fin de semana, porque tengo algunos asuntos, solo será por cuatro meses y el resto de tiempo supongo que me quedaré aquí.
-¿Y eso?
-Asuntos personales, me iré mañana en la madrugada.
-Oh..

Nuevamente se fue llevando la manzana consigo y salir de la cocina, Messi dejo bruscamente el plato de sándwich sobre ma barra, dejo caer su cuerpo sobre el asiento y tomo el suyo, algo desilusionado, porque realmente pensaba en seguir cenando con el mayor, pero al parecer lo había arruinado.

Messi no tenía idea de cómo se las había arreglado para haberse dormido en el sofá, con un cojín sobre su cabeza y uno de sus balones favoritos entre sus brazos, se levantó en chinga al escuchar unos rápidos pasos bajar por la escalera, sostuvo una manta y enrollo su cuerpo en ella, caminando a donde venían esos sonidos, viendo claramente a Ochoa que se preparaba para salir,
sonrió para si mismo y se acercó.
-¿Ya te vas?

Vio como el otro dio un pequeño salto al escucharlo detrás de suyo, girandose y bajar la mirada a verlo.
-Cabron, me matas de un susto, sí. Ya me iré. -Frunció su ceño mientras pegaba de forma dramática una de sus manos sobre su pecho.
-Lo siento..,entonces te espero el ¿lunes?
-Así es.
-Bueno..-Penso por un momento las cosas y analizo lo que tenía el mayor, solo tenía una mochila, obviamente se quedaría unos días pero, ¿a dónde iba precisamente?,¿cuándo llegara a México de quedaria en su casa, no?, ahora que lo preguntaba tenía lógica.
-Adiós. -Despidio el de rizos para abrir la puerta y pasar atraves de la misma en dirección al automóvil.
-¡ESPERA!-Interrumpio Lionel, acercándose casi corriendo, al momento de volver a girarse chocó con la anatomía más baja.
-¿Qué sucede?
-Bueno..-con otro suspiro se alzó ligeramente de puntillas para acercarse nuevamente a intentar besar los labios ajenos, sin embargo sintió un fuerte empujon sobre su pecho, provocando que casi cayera.
-No vuelvas a hacer eso, lo de ayer y lo de aquel día solo fue un error, no te confundas.

Su corazón parecía que había sido pateado con gran fuerza como un balón a la portería, que estaría a punto de desmoronarse, solo miró a Guillermo alejarse cada vez más y entrar en el auto y marcharse, quedando de pie sobre la entrada.

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Notita:
Ea gente, ¿cómo andan?, yo re feliz porque debido a las vacaciones les pueda traer más capítulos seguidos, pero pues si aún les esta gustando esa weonada, la seguiré hasta terminarla, chao. <3