Fuera de cancha

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Abrazo por la espalda a Lionel, dejando un par de besos en su cuello, mientras este se removía entre risas.
—F-francisco, dale ya. —Siguió con un par de carcajadas hasta girarse y dejar un beso en los labios del mayor.— Paraa, ya no quiero.
Guillermo formó un leve puchero junto con su ceño fruncido, mirando como se alejaba el alfa de él.
—¿Por qué no?— El menor se volteó a verlo con una expresión más seria, cruzando sus brazos por debajo de sus pechos.
—Uno. lo hicimos no sé cuantas veces hace unas horas. Dos. Me dejaste con las piernas temblando. Tres. Las caderas me duelen horrible. Cuarto. La cama, MI cama, está rota. Cinco. Luci duerme y Son está aquí, boludo.
—¿La cama está rota? —Ladeo su cabeza, no lo había notado, tal vez los primeros tres puntos sí, pero lo cuarto no tenía idea.—Bueno, bueno..¿te puedo preguntar algo?

Lionel se acercó, esperando a que el mexicano siguiera hablando.
—Tu.., ¿quieres ser mi novio? — Al fin lo había dicho, se quedó en su lugar viendo como el rostro del alfa frente a él se empezaba a poner roja.
—...NO ME PREGUNTES ESO CUANDO TENÉS ESO ENTRE LOS PANTALONES. — No sabía si el rostro del menor se podía poner más rojo de lo que estaba, pero se notaba que no tenía muchas ganas de contestar, al salir casi huyendo de la sala.

El alfa ya no se había dignado a verlo, únicamente había vuelvo a la cocina, dejándolo solo a él y a una erección, maldijo al haber preguntado esa estupidez cuando la situación no lo ayudaba, qué imbécil.

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Son había terminado de bañarse, logro encontrar la sala, pero ya no había nadie, únicamente encontró al argentino en la cocina comiendo algo de frutilla, este se dio cuenta del omega y se acercó con una leve sonrisa.
—Hey, pibe, ¿ya andas mejor?, te esperaba porque ya es muy noche y decirte donde podés dormir. — el menor asintió y siguió al alfa, en donde ayudo al mismo a subir las escaleras, esperaba que en algún futuro, si Neymar lograba cambiar, tuvieran una vida feliz junto a un cachorro.

Una vez llegaron a la habitación, se sentó en la cama, Lionel estaba por salir, pero el sur coreano llamo su atención.
—¡E- espere!—El alfa lo miro algo confundió, pero se centro a su lado al ver la seña que hizo el omega, que miraba abajo mientras jugaba con sus dedos.—Yo le quiero confiar algo..
—Dime, no pienso en juzgarte. —Acaricio levemente la espalda del menor, quien hacía lo posible por no volver a llorar.
—Y-yo, hace un mes, compre una prueba de embarazo y..—Ni siquiera quiso seguir hablando, ya estaba claro a lo que se refería, pero nuevas lágrimas rodaron por sus mejillas, en donde fue abrazado por el alfa a su lado.— Él me hizo cosas muy feas. —oculto su rostro en el cuello de Messi, quien también estaba cerca de llorar, porque era obvio que Neymar también lo había maltratado, pero con el omega fue peor, durante dos meses, pero claramente el sabía lo que se sentía ser violado.

De tanto llorar el omega se había dormido, en donde el alfa aprovecho para acostarlo sobre la cama para que siguiera durmiendo, no sabía por todo lo que había pasado el pobre chico.

Salió de la habitación, cerrando la puerta detrás de él, caminando a la habitación propia, en donde ya se encontraban Guillermo, sentado, percatándose de la presencia del alfa menor, se levantó en chinga.
—Confirmo, esta rota, lo acabo de comprobar.— El menor rodó los ojos mientras le miraba con su ceño algo fruncido.—¿Te lo puedo volver a preguntar?—No, aunque ya no tengas una erección, estoy enojado contigo.
Francisco frunció su ceño indignado, ¿qué había hecho esta vez?
—¿Ahora que hice? — Se volteó a mirar a Lionel, que había pasado por su lado a tomar un par de cosas entre sus manos.

—Maldito, rompiste mi cama, ahora dormiremos en tu habitación.
—Rompimos...¿dormiremos? — Sus ojos de bambi se abrieron en grande, mirando con una gran sonrisa, abrazo nuevamente por la espalda a Leo, quien se sobresaltó por los brazos rodearlo.
—Déjame ayudarte. —Dejo un beso en la mejilla del contrario para sostener lo que tenía en sus manos.

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Son apenas había despertado, miro a los lados, no se dio cuenta cuando se había quedado dormido, se giró a ver la hora en el reloj sobre una de las mesitas de noche.

10:45 p.m.

Mierda.

Se levantó rápidamente de la cama y bajo las escaleras, yendo a la cocina donde esperaba ver a los alfas y a la menor que vivía con ellos, felizmente ahí estaban los tres, respiro agitado.
—CHICOS, es tarde, deben de salir de aquí, perdónenme, Señor Messi y Ochoa, no puedo hacer nada.., él ya viene. — Guillermo se levantó de la mesa, era obvio que no quería que a su hija ni a su cachorro en espera les pasara algo.

Lionel se levantó, lo mejor sería llamar a la policía antes de que Neymar llegara
o tal vez antes de que los atacara, no tenía opción.
—Lo siento..— salieron pequeñas lágrimas de sus ojos, introdujo una de sus manos en sus bolsillos para sacar un arma y apuntar a Guillermo.
—Lionel, llévate a Lucciana a un lugar seguro.
—Pero-
—Haz lo que te digo.—Mando nuevamente al alfa sin apartar la vista del omega, que seguía temblando mientras sostenía la pistola que lo apuntaba.

Sería idiota seguir hablando con el alfa que ya se miraba algo molesto, cargo a Lucciana con las pocas fuerzas que aun tenía, donde la pequeña ya había empezado a llorar sin entender que sucedía, simplemente salió con la menor de la cocina, dejando solo a Guillermo y a Son.

—Son, no debes de hacer esto..—Intento acercarse al omega para quitarle el arma, pero ante esto, el menor quito el seguro de la pistola.
—Tengo que..no quiero volver a sufrir.
—Él no te amara, aunque hagas todo lo que te pida.— tenía razón, no lo amaría, hiciera lo que fuera, pero debía intentar, miro al alfa acercarse, cerro sus ojos con fuerza y jalo del gatillo.

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NOTA:
GENTE, ya voy para mi casita, me la pase re chido en guadalajara, un saludito a alguien que sea de aquí, se les ama mucho, gemte bella.

Y FELIZ DIA DE REYES.