Gunoela

6 0 0
                                    

Ha pasado poco más de un año desde que oficialmente Samuel y yo somos novios, aunque al parecer los únicos que necesitaban notar la realidad éramos él y yo, ya que cuando fue a mi casa a presentarse formalmente como mi novio mi mamá sonrió y nos dijo que ya nos habíamos tardado, mi papá un poco menos expresivo solo asintió a manera de aprobación, lo que, conociéndolo, significa que le agrada bastante, por otra parte, cuando fue mi turno de presentarme oficialmente como su novia la expresión de felicidad en la cara de sus padres no tuvo precio, su mamá me abrazo tan fuerte que creí que no me soltaría en mucho tiempo, su papá como el mío fue un poco menos efusivo, pero sus ojos y sonrisa lo dijeron todo.

Desde entonces, podría decirse que vivo en una burbuja de felicidad, si bien sigo estudiando dos licenciaturas al mismo tiempo y hay una semana al semestre en la que no quiero que nadie se me acerque o siento que no puedo más, Samuel se encarga de que no me exija demasiado y siempre está ahí para apoyarme y obligarme a descansar cuando es necesario.

Cástor y Catrina se han vuelto indispensables en mi vida, ellos dos y Samuel ahora son muy buenos amigos y eso me encanta, de vez en cuando salimos los cuatro de paseo, vamos al parque o al cine, es genial que se lleven tan bien, soy afortunada y sinceramente, me aprovecho de eso.

Sonrío al darme cuenta de mis pensamientos, hasta que siento como toman mi mano, bajo la cabeza para seguir el camino de la mano que me sujeta hasta la sonrisa de Samuel quien tiene la vista fija al frente mientras conduce. - ¿En qué está pensando mi princesa?

Una risita nerviosa se escapa de mi garganta y eso solo hace que levante mi mano y bese el dorso de esta. -Me encanta escuchar esa risa tuya.

-Y a mí me encanta pasar tiempo contigo.

-No voy a desperdiciar un solo día de los que me quedan a tu lado Creel, ¿Aun no te contestaron del programa?

Me limito a mover la cabeza de lado a lado, hace un par de semanas mandé mi solicitud para el programa de pasantía, pero aún faltan unos días para que se cierre la convocatoria, lo que hace bastante obvia la razón por la que aún no hay respuesta. -Supongo que habrá que esperar un par de semanas para saber el resultado y si fui o no aceptada.

-Amor, si hay algo que tengo claro es que te van a aceptar, ¿Quién sería tan tonto para desperdiciar semejante talento? Con tus capacidades y aptitudes solo un tarado no querría que trabajases para él.

-Gracias, pero considerando que eres mi novio, no sé qué tan objetiva sea esa observación.

Una enorme sonrisa aparece en su rostro al mismo tiempo que mueve la cabeza de lado a lado. -Aunque fueses mi peor enemiga seguiría siendo la verdad, te recuerdo que antes de que fueses mi novia eras mi rival y aun así eras alguien a quien admirar, si no te aceptan en ese programa, los del comité estarían cometiendo un grave error.

Sonrió y siento como aprieta un poco más mi mano, besa el dorso de esta nuevamente y la coloca lentamente de nuevo sobre mi pierna donde estaba originalmente para estacionarse, una vez hecho, apaga el motor y baja dando la vuelta al auto para abrirme la puerta. - ¿Me quieres explicar cómo es que terminé yo aquí?

-El papá de Cástor es una gran persona, Cástor es nuestro amigo y además eres mi novio, ¿cómo se supone que asista a un evento tan importante sin compañía?

-Si no fuese porque con ese vestido te ves espectacular tal vez podría poner objeciones, pero cuando estas tan guapa, o sea mucho más de lo normal, no puedo negarte nada.

-Calla y camina.

-Lo que usted ordene princesa, solo intenta controlar ese sonrojo antes de entrar a la casa.

Siempre a veces es muchoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora