Siempre a veces es mucho

Primer Acto

- ¿Te llevo a tu evento?

-No quiero interferir en tu trabajo.

-Hoy, ese evento es parte de mi trabajo corderito, la junta directiva quiere ver cómo opera Bontfalt antes de tomar una decisión, por lo que debo asistir y si ya estoy de camino, que mejor que vayamos juntos.

-Es un evento importante y tendré que estar de lado del staff, encargándome de todo, ¿no afectará a tu imagen que no esté un solo momento contigo?

-Afectaría más a mi imagen que mi novia llegué sin mí y no pase siquiera a saludar, a que mi novia llegue conmigo y yo esté ahí para apoyarla en lo que necesite.

Respiro soltando el cansancio y tomo el último bocado de mi plato. -Debo estar a las siete en el evento.

-Tranquila Corderito, llegaremos a tiempo.

-Muy bien, si me disculpan, tengo que arreglarme.

Me levanto y me voy directo a mi habitación para empezar con el proceso. Un par de horas después y varias combinaciones de vestuario, por fin estoy lista para salir.

Camino por el pasillo con rumbo a la sala para encontrarme con un elegante Cástor viéndose en un espejo mientras pelea con su corbata. Me acerco y me interpongo entre él y su reflejo tomando la corbata y arreglándola como debe de ir. -Gracias.

-No hay de qué, ¿estás listo?

-Por supuesto, ¿nos vamos?

Me ofrece su brazo para escoltarme y lo tomo para empezar a caminar con rumbo a su auto.

El camino es rápido y entretenido, pero poco antes de llegar empiezan los nervios, cada vez se torna un evento más importante y siento la necesidad de que todo salga perfecto. -Si algo llegase a salir mal... ¿podría afectar en tu trabajo?

Una sincera sonrisa aparece en él y mueve la cabeza de lado a lado. -La junta directiva no tiene idea de lo que es la organización de eventos, mucho menos de lo que va una presentación de libros, así que no tienes nada de qué preocuparte, mi padre ha tenido en la mira Bonfalt desde hace algún tiempo y a no ser que este evento resulte catastrófico, es imposible que la junta pueda negarse a las peticiones de los Gunoela.

Sus palabras me tranquilizan un poco y me dan confianza, ahora sí estoy lista para el evento. Llegamos al salón y veo a unos cuantos miembros de la junta en la entrada inspeccionando todo. -Cas...

-Esos esbirros llegaron antes de lo dicho.

Detiene el auto y le entrega las llaves a uno de los valets, da la vuelta y abre mi puerta ofreciéndome una mano para ayudarme a bajar. - ¿Lista para el show?

-Preparada para la actuación.

Pasa mi brazo alrededor del suyo y camina con mucha confianza hacia los hombres de la junta directiva. -Caballeros, buenas noches.

El Cástor empresario diez años mayor que mi amigo aparece al instante y veo como más de uno de estos hombres se endereza o cambia su postura para lucir más responsables. Su movimiento coordinado se repite para saludar a Cástor y solo uno de ellos se gira hacia mí con una linda sonrisa mientras se acerca a mi estirando su mano. -Es un gusto verla de nuevo tan pronto señorita, ¿cómo ha estado?

Suelto a Cástor y tomo la mano del señor frente a mí. -Muy bien, muchísimas gracias, también es para mí un gusto verlo, ¿Cómo ha estado?

-Algo ocupado, pero mucho mejor ahora que puedo verla para disculparme por el comportamiento de mi hermano la semana pasada.

Frunzo un poco mis cejas y lo veo sin entender mucho lo que dice, lo que lo hace sonreír un poco más. -Sé que no nos parecemos en nada, pero Remon es mi hermano menor y suele parecer un poco osco e incluso ofensivo.