Siempre a veces es mucho

Fragmentación

El tercer evento por fin es hoy, es la primera vez que asisto a la inauguración de un museo, así que estoy muy emocionada, en especial porque la mayor parte de mi trabajo fue supervisar el arribo de las obras y la restauración de las mismas, sumado a eso hoy es la presentación oficial de Cástor como nuevo director de la empresa, así que todo debe salir perfecto.

- ¿Puedo acompañarte al evento?

-Tienes que hacerlo, recuerda que es tu empresa ahora.

-Sabes que no me refiero a eso corderito.

-Creo que sería mejor que pases por la alfombra antes de entrar, eres el nuevo director y todo el mundo está esperando que contestes algunas preguntas, yo debo estar temprano, así que...

-No quiero contestar preguntas aún para los medios, papá y yo hemos estado hablando de una rueda de prensa especialmente para hacer eso.

-Sí así lo quieres, debemos irnos a las seis.

-Como digas corderito.

-Si me disculpan.

Me pongo en pie y desaparezco con rumbo a mi habitación marcando el número de Samuel para hablar con él, tenemos cerca de una semana sin hablar por teléfono, ha estado muy ocupado con sus responsabilidades y extraños mucho su voz.

-Se comunica al teléfono del chico con la novia más linda del mundo, ¿Cómo puedo ayudarle?

Sonrío y muevo la cabeza aun cuando sé que no puede verme. -Hola amor.

-Hola Creel, ¿Qué pasa?

-Solo quería escucharte, te extraño.

-Amo que digas eso, yo también te extraño muchísimo Ania.

- ¿Cómo vas con las prácticas?

-Súper bien, estoy aprendiendo mucho más en estos meses que en todos los años de universidad, ¿tú cómo vas?

-Igual muy bien, hoy tengo una inauguración, Cástor y yo...

-Creo que estás ocupada amor, hablamos cuando tengas más tiempo, te quiero.

-No Sam, yo...

Escucho como termina la llamada y me quedo solo viendo mi teléfono, me colgó, no me dio tiempo de nada, solo me dejó hablando ¿sola? Entro a mi habitación y tiro el teléfono a la cama con la incertidumbre creciendo en mi pecho ¿Qué fue eso?

Miles de preguntas empiezan a nacer en mi mente, hasta que no puedo más y tomo mi teléfono para aclarar todo. Marco su número, pero no atiende, lo intento de nuevo, pero el resultado es el mismo, así que finalmente le mandó un mensaje.

"¿Todo está bien? ¿Por qué me colgaste?"

Veo el aparato en mi mano por unos minutos en los que no obtengo respuesta, así que lo dejo de nuevo donde estaba y empiezo a alistarme.

Vestido de gala negro con decoraciones amarillas en la parte baja, una manga larga y el otro hombro descubierto, zapatillas doradas y accesorios del mismo color son mi vestuario para hoy, veo el anillo de Samuel en el tocador, poco más de seis meses y esta es la primera vez que no podré llevarlo.

Escucho como tocan a la puerta y llamo para que entren al tiempo que me giro para ver a Cástor peleando con los puños de su camisa para acomodarla con el saco. -Corderito es hora de...

- ¿Irnos?

Termino la frase por él mientras tomo mi bolso para salir de la habitación. - Acompáñame hoy en la alfombra, por favor.