Panorama Completo

4 0 0
                                    

-Corderito, crees que sea posible que me prestes los reportes de...

Levanta la vista para verme al teléfono y deja la frese inconclusa. -El deber llama amor, háblame en otro momento, ¿va?

Veo con un poco de odio a Cástor y este da un par de pasos atrás. -Sam, estoy en mi día libre, no hay ningún deber que sea más importante que tú.

-Amor no quiero que descuides tu trabajo, hablamos después, te amo.

-Yo también te amo Sam.

Escucho como termina la llamada y levanto la cara viendo a Cástor con molestia. -Perdona corderito, no sabía que estabas al teléfono.

Respiro hondo y muevo la cabeza de lado a lado, su voz es sincera y no puedo culparlo por entrar sin permiso, después de todo es la biblioteca y no mi habitación. - ¿Qué necesitas?

-Los reportes de los últimos eventos.

-Todos lo relacionado con el trabajo siempre lo dejo en la oficina Cástor.

La preocupación llega a su rostro y me ve un poco consternado. - ¿Crees que sea posible que vayamos por ellos?

Respiro profundo y me pongo en pie. -Dudo que puedan negarle la entrada al director general ¿cierto?

-Catalina yo...

Su voz suena realmente apenada y sé que iniciara una larga disculpa, así que lo detengo antes de que pueda empezar. -No pasa nada lobito, tú tienes muchas más responsabilidades que yo, vamos, te acompaño.

Salgo de la biblioteca con destino al estacionamiento para ir a la empresa, un par de días después de la presentación del libro, el Grupo Sinderlión adquirió Bontfalt, todavía no lo han hecho oficial, pero Cástor tiene algunos días visitando la empresa, en una semana será el tercero de los cuatro eventos que estaban programados y creo que aprovecharan para que la nueva directiva tome en mando.

Llegamos a la empresa y bajo sin esperarlo, pero en menos de un minuto ya camina a mi lado. -Realmente, lamento haber interrumpido.

Respiro profundo y calmo mis emociones, no debería estar molesta. -Tranquilo, no lo hiciste de manera intencional.

No responde nada, pero sigue avanzando a mi lado hasta que llegamos a la entrada. -Buenas tardes Arsa.

Veo a la recepcionista ponerse en pie de inmediato y sonreír para Cástor. -Buenas tardes, señor Gunoela.

Sonrío más para mí que para ellos y sigo con mi camino. -Buenas tardes, Ania.

Giro para verla y su rostro está un poco más rojo de lo habitual. -Buenas tardes, venimos por unos reportes, saldremos rápido, ¿está bien?

-Claro.

Aun cuando me responde a mí no deja de ver a Cástor y sé que lo nota, pues mientras camina hacia mí su sonrisa victoriosa de conquistador aparece.

-Lo disfrutas ¿verdad?

Su sonrisa crece y sube al elevador conmigo. -Sería mentira si lo niego, qué puedo decir, soy irresistible para la mayoría de las mujeres.

Lo veo solo levantando una ceja, pero eso no parece molestarle. -Dije la mayoría, no todas.

Llegamos al piso destino y bajo en cuanto se abren las puertas con dirección a mi cubículo. Poco antes de llegar siento como Cástor se coloca a mi lado y toma mi mano, estoy a punto de soltarlo cuando escucho como lo llaman. -Pequeño Deméter que gusto verte por aquí.

Giro hacia la voz y veo al señor Antiel acercándose a nosotros. -Señorita Salazar es un gusto todavía mayor verla, ¿Cómo se encuentra?

Estira su mano hacia mí y la tomo sonriendo. -Que agradable sorpresa señor Antiel ¿Qué hace usted por aquí?

Siempre a veces es muchoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora