Aclaraciones

7 0 0
                                    

- ¿Vas a salir?

-Sí, tengo que ir a U.R.P. a arreglar el papeleo para la titulación y entregar el reporte de mi estancia, también tengo que ver que hace falta en cuanto a mis trabajos, porque la semana de finales fue un caos y tengo que hablar con algunos profesores, en la tarde voy a U.L.A. porque allá todavía no se termina el semestre así que tal vez no vuelva hasta muy tarde.

- ¿Llegaste ayer y ya vas a sumergirte de nuevo en tu mundo de actividades?

Sonrío y termino de ponerme labial antes de contestar. -Mi titulación es importante, además será solo esta semana en lo que libero todos los pendientes de U.R.P. además en un par de semanas termina semestre en U.L.A. así que estaré completamente libre no tienes de que preocuparte.

Busco mi bolsa y estoy acomodando todo cuando escucho que tocan a la puerta, pero antes de que pueda moverme mi hermana ya está abriendo. -Buenos días, Cástor.

-Buen día, Lily, es un gusto verte, disculpa que ayer no tuviese oportunidad de saludarte como es debido.

Mi hermana mueve ligeramente la cabeza de lado a lado y sonríe haciendo a Cástor una seña para pasar, al tiempo que este se acerca para saludarla de beso en la mejilla como dos viejos amigos. -Imagino que vienes por Cata ¿cierto?

-No le dije nada, pero ambos tenemos que dar muchas vueltas así que...

-Estoy lista lobito, justo a tiempo al parecer.

Me acerco a él con los brazos extendidos y veo como una enorme sonrisa aparece al tiempo que extiende sus brazos para recibirme. -Buenos días, corderito.

-Siempre tan oportuno lobito.

-Es uno de mis muchos encantos.

Me suelta y se aleja un poco. - ¿Nos vamos?

-Claro. Me acerco a mi hermana y beso su mejilla como despedida para girarme a Cástor y avanzar con él, me ofrece su mano y no dudo en tomarla, soltándolo hasta que estamos en el auto.

- ¿Cómo sabias que iría a U.R.P. hoy?

-Lo sabía porque te conozco corderito, nunca dejarías pasar un día si tienes pendientes en tu lista.

-Pero la hora...

-Eso si fue coincidencia, solo vine aquí después de desayunar, no sabía si te encontraría o no, pero quería probar.

-Diez minutos más y no me encuentras.

-Hoy es un día con suerte.

Llegamos pronto a U.R.P. y hacemos todo el papeleo para la titulación, vamos con los profesores con los que nos quedaron asuntos pendientes y para las doce ambos hemos terminado todo lo que teníamos por hacer. -Corderito, aún hay un par de cosas que tú y yo debemos aclarar, ¿tienes tiempo?

Su voz es seria y tiene la misma que expresión que usaba cuando estaba en Bontfalt frente a la junta directiva, así que acepto sin pensarlo mucho. Conduce un rato por la ciudad y después se detiene en un lugar sencillo pero muy bonito.

-Joven Gunoela, bienvenido, ¿Cómo podemos ayudarle?

-Hoy solo soy un comensal, mesa para dos por favor.

-Con gusto.

El camarero nos conduce por el establecimiento y nos lleva hasta una mesa al fondo. -En un momento les traigo la carta.

-No hace falta Marco, trae dos de lo que siempre pido, el chef entenderá.

-Como diga señor, con permiso.

Lo veo retirarse y justo después me giro a mi amigo. -Estás muy serio, imagino que quieres hablar sobre nuestra relación para la prensa ¿cierto?

Mueve la cabeza de arriba abajo como respuesta. -No... no quiero que hagas nada que no sientas realmente.

Siempre a veces es muchoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora