Poco a poco

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Nunca pensé que diría esto, pero detesto los fines de semana desde lo más profundo de mi corazón, desde hace algunas semanas el trabajo ha sido mi bote salvavidas, de lunes a viernes el trabajo consume casi todo mi tiempo y los ratos libres son para ambas escuelas en las que me enfrasco a detalle para que cada actividad quede perfecta, incluso si eso implica realizar alguna de las tareas que Cástor no tiene tiempo de hacer. Pero los infernales sábados y domingos parecen tan largos que me cuesta siquiera respirar, duermo lo más que puedo, pero me siento incapaz de hacer otra cosa que no sea llorar y quedarme en mi habitación.

Samuel realmente me borró de su vida, en redes borró toda foto en la que yo estaba, me ha eliminado de todos lados e incluso ha bloqueado mi acceso a su información, me duele siquiera pensar en lo mucho que debe odiarme en estos momentos, así que me siento incapaz de hablarle, porque no soy tan fuerte como para escuchar sus palabras cargadas de desprecio de nuevo, las anteriores aún siguen dando vueltas en mi cabeza cada que hay un espacio libre.

Me doy la vuelta de nuevo abrazando al peluche de corderito que se ha vuelto mi mejor amigo para intentar dormir, pero un estruendo en la puerta me hace girar para ver a un molesto Cástor irrumpir en mi habitación.

- ¡Basta! Lo siento corderito, pero ya no puedo más con esto.

Lo veo en aun sosteniendo el pomo de la puerta, su rostro luce enojado, pero sus ojos en realidad reflejan preocupación. - ¿Perdón?

-Perdón una cacaragua, no voy a permitir que te ahogues nuevamente en un mar de pensamiento que solo te lastiman más, necesitas salir a distraerte y olvidarte del idiota ese al menos por un par de horas, ya no puedo con tu falta de vida fuera del trabajo, quise darte espacio, pero tu método de supervivencia no está funcionado.

Sostengo aún más el peluche entre mis brazos y siento como una lágrima corre por mi mejilla. -Cástor yo...

-Nada de Cástor yo, no quiero escusas Catalina, tienes una hora para alistarte y ponerte increíble, esta noche saldremos a romper corazones.

Una risa se mezcla con mis lágrimas y siento como un peso se aligera dentro de mí. -Esa es mi corderito, más te vale estar lista en una hora, sino me veré obligado a activar el plan b.

Sonríe de medio lado y me dedica una mirada un tanto extraña, a la que me limito a mover la cabeza de lado a lado, mientras desaparece cerrando la puerta detrás de sí.

Una hora, ¿A dónde vamos a ir? Suelto lentamente el peluche y me acerco a la orilla de la cama, sé que tiene razón, pero por más que lo intento mi mente sigue regresando a Samuel y mi corazón vuelve a estrujarse, simplemente sigo amándolo, terminó conmigo de la nada, no puedo asimilarlo, aun cuando le he dado vueltas a todo por semanas, nada es diferente y quedarme en mi habitación llorando y derrotada no hará que algo cambie, así que tal vez mi amigo tenga razón, si bien no quiero salir a romper corazones como Cástor lo ha dicho, no estoy segura de querer saber de qué va su plan b, así que por una vez y solo porque sé que lo hace con la mejor intención que puede creer, haré lo que dice.

Me acerco al armario y busco dentro algo que me guste, pero pueda ser apto para toda ocasión. Tomo del fondo del armario un vestido color tinto de una sola manga, ceñido hasta la cintura y circular a partir de ese punto, no tan corto para que se vea mal, ni tan largo para que sea muy formal.

Coloco el vestido en la cama y me acerco al tocador, al ver mi reflejo en el espejo, la preocupación de Cástor empieza a tener sentido, tengo el cabello si no bien hecho un desastre si más descuidado de lo usual, sumado a unas grandes ojeras que nunca había visto, eso y la palidez que de por sí ya es natural en mí, hacen que vea más a un fantasma que a una persona, ¿Qué te estás haciendo Catalina? Esta no eres tú, ya fue suficiente, estas semanas de penas y dolor son bastantes para dejar atrás este horrible momento, soy mucho más fuerte, soy mucho más valiente, soy mucho más, tengo que serlo, sé que puedo.

Siempre a veces es muchoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora