Capitulo :16

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Llegamos al banco unos minutos después y todo está tal como la última vez, personas solicitando turnos sacando cuentas, y pidiendo préstamos, aunque no todo está igual.

No veo por ninguna parte a Carmen, en su lugar veo a una mujer de unos aproximadamente 40 años y piel morena. ¿La despidieron?

— Lina, andas en las nubes, por favor entra al ascensor - dice algo estresado Edward mis humores no son los mejores y si él está igual, será mejor que me lleve a casa.

– Cómo diga el señor.

No responde y lo miro de reojo entramos y silencio absoluto. Al llegar al piso vi a la secretaría de Edward y mi mente no dudo en pensar si esos dos tuvieron algo, si es así da igual un hombre cómo Edward es experto en seducir y mentir.

– Buenas tardes - le digo ella sonríe muy amable y camina hacia nosotros.

– Buenas tardes, señor, señorita Lina un gusto, señor la señorita Scott está esperándolo junto con otra jovencita - ¿señorita Scott?

Edward no le dice nada y camina yo al contrario si le agradecí y seguí tras él. Que antipático, llegamos a la oficina y cómo dijo Sharon estaban dos hermosas mujeres sentadas, una mujer delgada, alta con el mismo cabello negro intenso de Edward. Al contrario de ella estaba una mujer con curvas, con el pelo rojo, y con mirada algo egocéntrica.

— Lina te presento, ella es mi hermana Isabella- ella se levanta muy sonriente y me tiende la mano, es muy parecida a Edward – Mucho gusto Lina Anderson — Y ella es Loren su mejor amiga - la mujer duda en darme la mano, y de todas formas no lo hace sonríe falsamente y con vos chillona me responde.

Que sangrona, y yo que no estoy de humores. Edward se sienta y nos indica a las tres hacerlo.

Ellas le obedecen, pero yo no quiero hacerlo así que me quedo en mi lugar.

— Lina por favor siéntese - dice con voz gruesa algo intimidante, el rostro de su hermana se confunde y el mío también, ya no me tutea.

– No - digo sin ninguna importancia - me fulmina y posa su atención en la hermana.

Se pusieron hablar de estupideces de familia que en este momento me importan un rábano, muy bien por ellos, por ser felices, pero yo no tengo nada estoy sola y me quiero ir.

— Isabella entonces así quedamos, necesito que por favor des la orden que alisten el avión, y empieces a empacar, ¿dónde está Larry? - mis ojos se abrieron de sorpresa ¿el avión? ¿Se van de viaje? ¿Y la propuesta de ir a Italia mañana? Espera Larry... Dios ¿y Fer?

– Dale hermano aunque de Larry no sé nada, no ha pasado por la casa y su teléfono no responde y aunque quisiera decirte que no es necesario cancelar todo lastimosamente nos toca - dice la señorita Isabella algo preocupada, la Loren nada más escucha en silencio mientras quiere comerse a Edward con los ojos y matarme a mí.

Es una víbora. No quiero interrumpir su plática, pero me quiero ir.

– Disculpen... - los tres voltearon de inmediato y me incomodé – Edward necesito irme - frunció el ceño y me miró horrible ¿y a este que le pasa?

— ¿No se puede esperar? - mi autocontrol se esfumó y mi paciencia también.

– No, no me puedo esperar señor así que por favor me lleva a mi casa ¡AHORA! - su mirada a hora era de sorpresa y la de ellas también, ¿me pase?

— Muñeca... No te enfades ya mismo te llevo, Isabella nos vemos en la casa con su permiso - ¿a hora si me dice muñeca? Se levantó y acerco a mí.

— Ya te explicó mi actitud vamos muñeca - susurro muy tranquilo es un bipolar.

Sometidas Al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora