Capitulo: 26

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Lina

Llegue al apartamento, media hora después de salir con Edward el tráfico estaba a nuestro favor, así que no tardamos mucho.

Necesito hablar con Fernanda decirle qué por fin formalice las cosas con Edward.

— Llegamos muñeca, ¿segura que no quieres que entre contigo? - mire al frente de la casa donde se encuentran los dos guardaespaldas y sentí alivio nada me pasara.

– Si, cariño no te preocupes - voltee a mirarlo y su rostro es un poema tiene una encantadora sonrisa y eso invade mi corazón me alegra.

— Es la primera vez que no me llamas por mi nombre, y es encantador - reí entre dientes acercándome y dejando un dulce beso en sus labios.

– Tú eres encantador, gracias por todo - Me devolvió el beso suspirando un poco agitado.

— Quédate conmigo, bueno no me repitas tu respuesta, igual cualquier cosa por favor llámame - tiene razón no me quedaré, pero si lo llamaré algo en mi pecho se contrae cada que veo la casa, y eso es un presentimiento...

– Lo prometo, hablamos mañana descansa - le di un pequeño beso en la mejilla y bajé del auto, si me quedo a esperar una respuesta no podré irme.

Entre al apartamento y todo está en silencio y no solo eso también oscuro, mi mente no pudo controlar los pensamientos y recordé aquella noche donde mi madre estaba con Julián.

Menuda tonta... Era tan obvio que tenían algo.

Acá la pregunta es ¿dónde está Fer? Juraría que estaría acá.

– ¡Fer! ¿Estas? - grité con todas mis fuerzas, pero nada ni un mínimo ruido o respuesta.

¿Dónde podría estar? Si son las once de la noche ya, y ella ha cambiado mucho ya no sale de fiesta.

Debe estar arriba dormida, o con Larry... Mire el centro de la mesa y un pequeño sobre esta encima.

Mi cuerpo se erizó, mi mente se congeló y no pude evitar sentir mi alma fría y devastada, ¿será otra vez ese hombre con sus amenazas?

Lo agarre con miedo y con solo leer el encabezado me relajé.

Querida Lina:

Hoy fue un día maravilloso y agradezco que por fin hayamos cumplido un sueño juntas. Sin embargo, no todo fue lindo... Hablando en mi caso tomé la decisión de irme a vivir lejos, no por ti al contrario amaría llevarte conmigo, pero eres tan feliz con Edward qué yo sobro. Me voy a pensar, despejarme, y por supuesto entenderme sé que estarás bien y que Edward te cuidara. Muchos besos y abrazos.

Fernanda.

Si antes estaba asustada a hora estoy el doble, ¿qué significa esto? Se fue... Y sin siquiera avisarme y mucho menos dejo dicho a donde.

Estaría triste, pero estoy enojada como se le ocurre hacerme esto dejarme sola en este momento, a demás si me necesita la idea es que me diga para eso estoy.

Pero esto no se queda así a demás me huele qué Larry tiene que ver en esto, y si es así me va a oír.

Necesito hablar con Edward, aww debí dejar que entrará.

Marque al número y me respondió enseguida, supuse que no lo haría esta manejando.

Llamada

— Hola muñeca, ¿paso algo? - su voz es de preocupación, y no es para menos Fernanda se acaba de ir.

– ¿Dónde estás? - quedo en silencio y respondió susurrante.

Sometidas Al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora