Capitulo: 25

24 0 0
                                    

Me limpié un poco, y fui al baño como Edward me pidió él estaba tranquilamente en la dueña esperándome, se ve tan lindo jugando con algunas gotas de agua qué salían de la regadera.

– Está muy concentrado señor Scott - volteo a verme recorriendo mi cuerpo y eso hizo que me avergonzara.

— Lo estaba hasta qué llegas tú con... Todo eso que me vuelve loco. Casi no vienes - entre a la ducha y lo miré muy de cerca es como un sueño.

Lo bese y pose mis manos en su gran pecho, me las quito y resoplo alejándose.

— Si me vuelves a tocar habrá segundo raoun y necesito mostrarte algo - esa idea no suena nada mal...

– ¿Qué me vas a mostrar?

No respondió y abrió la regadera, claramente me enoja que no me respondan no diré nada al respecto.

Nos duchamos sin tocarnos, pero si nos reímos y bromeamos sobre algunas.

Al salir Edward saco un pantalón de mujer y una camisa suya para que yo estuviera más cómoda.

– ¿De quién es este pantalón? - siguió secándose tranquilo y por fin se dignó a mirarme.

— De mi hermana espero no te moleste.

– No te preocupes no me molesta, igual tenemos que hablar - me miró serio y dejo de hacer cualquier movimiento centrando su atención en mí.

No voy a negar que eso me pone nerviosa me intimida su cara seria y sus fracciones de hombre rudo.

– Eh... Bueno es sobre shira me dijo que tú y ella tuvieron algo en Inglaterra - suspiro leve y se sentó a mi lado algo me dice que ella no miente.

— Lina ella y yo fingimos una relación el tiempo que estuvimos allá, confundió las cosas y dice haberse enamorado de mí, en todo momento le he dejado claro que estoy contigo - su tono fue muy serio, e intentaré creerle.

– ¿Estuviste íntimamente con ella? - no se esperaba esa pregunta su rostro se tensó y se sorprendió un poco.

— Como puedes siquiera pensarlo mi muñeca jamás estuve y estaré con otra persona que seas tú - su respuesta me alivia porque al contrario no se lo perdonaría.

– Creeré en ti - me levante de la cama y me coloque las prendas que me está prestando, agarre mi vestido de grado lo doble y deje encima de la cama.

— ¿Lista? Abajo tengo tu regalo de graduación - me acerqué estampándole un beso.

– Regalo de graduación creí que ya me lo habías dado.

— ¿Creíste que tu regalo eran unas simples flores?

Bueno si, ¿cómo que no eran las flores y la sección de sexo de hace poco? Si Edward sigue así estrenaré mi título de psicóloga con una psicóloga porque si me está utilizando moriré de depresión.

– Son unas flores preciosas Edward, a demás no necesito ningún otro regalo - se acercó besándome lentamente algo que adoro porque puedo saborear más el momento.

— Sabía que te gustarían, ven vamos.

Me arrastró por toda la casa hasta llegar a su jardín, es tan espléndido qué tiene mariposas y bichitos volando por todas partes y eso que es de noche, pero la iluminación es impecable.

Edward me soltó de la mano para ir detrás de un pequeño banco qué estaba muy poco visible, voltee a mirarlo embobada y vi como de un cultivo de flores saco una pequeña caja.

La Lina de hace cuatro meses diría que le pedirán matrimonio y que será feliz al lado del hombre que ama, la diferencia es que a hora no creo en el matrimonio y tampoco del final feliz, pero si creo... Estar enamorada.

Sometidas Al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora