Me limpié un poco, y fui al baño como Edward me pidió él estaba tranquilamente en la dueña esperándome, se ve tan lindo jugando con algunas gotas de agua qué salían de la regadera.
– Está muy concentrado señor Scott - volteo a verme recorriendo mi cuerpo y eso hizo que me avergonzara.
— Lo estaba hasta qué llegas tú con... Todo eso que me vuelve loco. Casi no vienes - entre a la ducha y lo miré muy de cerca es como un sueño.
Lo bese y pose mis manos en su gran pecho, me las quito y resoplo alejándose.
— Si me vuelves a tocar habrá segundo raoun y necesito mostrarte algo - esa idea no suena nada mal...
– ¿Qué me vas a mostrar?
No respondió y abrió la regadera, claramente me enoja que no me respondan no diré nada al respecto.
Nos duchamos sin tocarnos, pero si nos reímos y bromeamos sobre algunas.
Al salir Edward saco un pantalón de mujer y una camisa suya para que yo estuviera más cómoda.
– ¿De quién es este pantalón? - siguió secándose tranquilo y por fin se dignó a mirarme.
— De mi hermana espero no te moleste.
– No te preocupes no me molesta, igual tenemos que hablar - me miró serio y dejo de hacer cualquier movimiento centrando su atención en mí.
No voy a negar que eso me pone nerviosa me intimida su cara seria y sus fracciones de hombre rudo.
– Eh... Bueno es sobre shira me dijo que tú y ella tuvieron algo en Inglaterra - suspiro leve y se sentó a mi lado algo me dice que ella no miente.
— Lina ella y yo fingimos una relación el tiempo que estuvimos allá, confundió las cosas y dice haberse enamorado de mí, en todo momento le he dejado claro que estoy contigo - su tono fue muy serio, e intentaré creerle.
– ¿Estuviste íntimamente con ella? - no se esperaba esa pregunta su rostro se tensó y se sorprendió un poco.
— Como puedes siquiera pensarlo mi muñeca jamás estuve y estaré con otra persona que seas tú - su respuesta me alivia porque al contrario no se lo perdonaría.
– Creeré en ti - me levante de la cama y me coloque las prendas que me está prestando, agarre mi vestido de grado lo doble y deje encima de la cama.
— ¿Lista? Abajo tengo tu regalo de graduación - me acerqué estampándole un beso.
– Regalo de graduación creí que ya me lo habías dado.
— ¿Creíste que tu regalo eran unas simples flores?
Bueno si, ¿cómo que no eran las flores y la sección de sexo de hace poco? Si Edward sigue así estrenaré mi título de psicóloga con una psicóloga porque si me está utilizando moriré de depresión.
– Son unas flores preciosas Edward, a demás no necesito ningún otro regalo - se acercó besándome lentamente algo que adoro porque puedo saborear más el momento.
— Sabía que te gustarían, ven vamos.
Me arrastró por toda la casa hasta llegar a su jardín, es tan espléndido qué tiene mariposas y bichitos volando por todas partes y eso que es de noche, pero la iluminación es impecable.
Edward me soltó de la mano para ir detrás de un pequeño banco qué estaba muy poco visible, voltee a mirarlo embobada y vi como de un cultivo de flores saco una pequeña caja.
La Lina de hace cuatro meses diría que le pedirán matrimonio y que será feliz al lado del hombre que ama, la diferencia es que a hora no creo en el matrimonio y tampoco del final feliz, pero si creo... Estar enamorada.
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Sometidas Al Amor
RomanceDesde que era adolescente, una mujer atrapada en un noviazgo sin chispa está a punto de casarse con quien siempre creyó era el amor de su vida. Pero todo su mundo colapsa cuando descubre a su prometido en la cama con su propia madre. Esa traición br...