Sometidas Al Amor

Capítulo: 9

Fernanda

Después de hablar con Lina, pensé mucho en su pregunta ¿me gusta Larry? No lo sé aunque no le he dicho a Lina si he tenido muchos encuentros con él, el día que salí del restaurante después de lo sucedido con Alex caminé durante todo el día sin rumbo pensando si en verdad me gusta ese tipo de vida que llevo, si en verdad soy feliz con lo que las personas más odian.

Pero llegué a la misma conclusión de siempre, no, no soy feliz al saber que no hago feliz a las personas que me rodean hasta el punto de llegar a ganarme él odió de mis padres ¿en verdad vale la pena seguir haciéndolo aún sabiendo que daño muchos en mi camino?

Reflexioné en todo y lo último que mi mente pensó fue Larry... ¿Por qué? Simple por qué recordé haber besado su guardaespaldas y aun así él no me juzgó y me señaló cómo "perra" así que fui al lugar donde lo vi ese día con mínimas posibilidad de encontrarlo allí.

Al llegar tomé, tome cómo una loca, y con mis últimas fuerzas y conciencia fui a buscarlo en su cuarto cristalino recuerdo perfectamente que pasó.

FLASHBACK

Donde estará ese imbécil, Lina me matará al enterarse, pero a la mierda haré lo que quiera y quiero a lary digo Larry.

– Quiero hablar con la... Larry - le digo casi tartamudeando al hombre frente al cuarto.

— Señorita el señor Scott no se encuentra por favor retírese, mire que está en malas condiciones - lo miró mal, tratando de mirar el interior, pero me es imposible está muy oscuro.

– Mi… Miente yo sé que él está allí llámalo – lo señaló con mi dedo índice para verme más amenazante y él debe tener razón de seguro él no está, pero mi mente no responde.

— Mire señorita dígame su nombre y yo le diré que lo necesita ¿está de acuerdo? - muevo repetidas ocasiones la cabeza afirmando.

– Fer... Fernanda dígale que salga - el hombre no me responde y saca un teléfono de su chaqueta.

Lo miro y dios es muy alto y se ve borroso que chistoso su cara da vueltas.

— Señorita esperé acá ya el señor viene.

No digo nada y me quedo parada mirando mi alrededor en verdad todo da vueltas unas ganas enormes de vomitar me invade, pero no lo haré no vomitaré sería lo último.

Me cansé de esperar yo me voy, me doy vuelta casi cayéndome, pero alguien se me atraviesa haciendo que me pegue con su pecho.

– Fíjate imb... Imbécil - dije sin mirar al hombre me hago a un lado para irme, pero me agarra del brazo jalando.

— Fernanda ¿qué mierdas te pasa? - lo miró y se ve muy borroso, pero es él es Larry no le digo nada y lo abrazo tanto que siento todo de él.

– Creí que no ven... Vendrías - me agarra de las mejillas sonriéndome se ve hermoso.

— Eres un cuento vamos mira la hora y tu situación Fernanda agradece que contesté el teléfono y recordé tu nombre... - puedo estar muy ebria, pero sé perfectamente que me dicen y este me ha tocado los demonios.

– ¿Entonces por qué mierdas estás acá? Eres un idiota vete al lugar donde estabas que está mujer la cual tuvo la suerte que recordarás su nombre no te necesita ¡idiota! - camino por las personas mientras escuchó decir mi nombre repetidas veces pero a la mierda.

Al llegar a fuera el viento hizo que temblará, agarré mi celular y pedí un taxi.

— Joder por qué eres tan explosiva, ven te llevaré a casa - lo miró mal y las ganas de vomitar volvieron a mí.