29. Talk Fast

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-Definitivamente no lo notó, Marianne.

-¿Cómo que no me vio? ¡Por supuesto que lo hizo! Ahora debe pensar que no tardé ni dos días en hacerme de otro novio.

-Te estás haciendo una película. Tiene más razones para haber reaccionado así, definitivamente John no es una de ellas.

-Ugh, no lo sé, Mick. Pensaba que iba a poder retrasar el encuentro al menos un par de días más. Incluso fui tan ingenua que pensé que quizá ni siquiera iba a notar que estaba aquí -tiré la pequeña bolita anti estrés contra el techo y volví a atraparla.

-Lo siento, yo te prometí que no ibas a tener que tener contacto con él, al parecer el hotel que habían reservado no cumplió con las cláusulas de privacidad y tuvieron que cambiarse a este -se disculpó mi amigo.

-No no, no tienes que preocuparte por nada. Ya tienes suficiente con toda la presión de la carrera, no tienes que estar pendiente de mi situación amorosa también -me senté en la cama-. De verdad que estoy muy emocionada por todo, no quiero que cada que Charles aparezca todo se eche a perder y me dé una crisis.

-¿Sigues sin considerar hablar con él?

-No creo que sea lo mejor. Aparte, me voy el domingo apenas termine la carrera, no vamos a tener tiempo para eso.

-Sabes que él le agregaría un día más al año solo por ti.

-No. Ya no.

•••••

Pasé todo el miércoles en reuniones y conferencias con todo el equipo de Haas para el fin de semana. Mi función tampoco era nada del otro mundo, simplemente iba a tener que recopilar los datos que sacaban los ingenieros y acomodarlo a lo que me pedían en la universidad. A pesar de eso, me habían dado el uniforme de la escudería y me trataban como si fuera una más de ellos.

Mick y Zach eran grandes amigos y se pasaban el día burlándose de mi emoción con todos las cosas nuevas que iba aprendiendo.

Había tenido la dicha de no volver a ver a Charles desde el incidente de ayer en el desayuno. Estaba segura de que ambos estábamos esforzándonos para mantenernos lo más alejados posible.

Ya eran cerca de las 10 de la noche y el aburrimiento comenzó a apoderarse de mi ser.

El día siguiente era día de prensa y Mick tenía que descansar, así que no podía llamarlo para que me hiciera compañía.

Decidí bajar por un helado a la maquina expendedora de la recepción y topé con la suerte de encontrarme a John con una gran bolsa de Doritos y una Coca Cola grande.

-Hey, ¡Qué tal? -preguntó el chico.

-Hola, estaba muriendo de aburrimiento u pensé en bajar a comprar algo, ¿Te pasa lo mismo? -señalé sus compras.

-Sí. Estuve terminando un informe del trabajo durante todo el día y pensé que si no ingresaba algo de azúcar a mi cuerpo iba a terminar volviéndome loco-. ¿Quieres ver una película conmigo?

-Eh... sí, claro. Si no te importa.

-¡Genial! Es solo que... pensaba ver Thor Ragnarok, pero si no te gusta podemos ver otra cosa.

-¿Qué? ¡Es de mis favoritas! Espérame, voy a coger unos chocolates y helado de vainilla para disfrutarlo como se debe.

•••••

-La escena del ascensor siempre va a ser mi favorita -comenté emocionada-. Un día intenté hacer eso con mi mejor amiga y la pobre terminó en el hospital con un esguince en el hombro.

Realidad ❀ Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora